Cabify se suma a la avalancha de patinetes eléctricos

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Cabify se suma a la avalancha de patinetes eléctricos

La compañía de VTC y su filial de alquiler de motos eléctricas han anunciado un servicio de patinetes compartidos.

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La plataforma de alquiler de coches con conductor Cabify es la última compañía en sumarse al ‘boom’ de los patinetes eléctricos en las calles españolas. Junto a su filial de ‘motorsharing’ Movo pondrá en marcha próximamente un servicio para competir con Lime o Voi y engordar la avalancha de estos vehículos: en Madrid ya hay más de una decena de empresas que se han lanzado o tienen previsto lanzarse al negocio.

La idea de Cabify es desplegar 20.000 patinetes eléctricos con autonomía de carga de 35 kilómetros en las principales ciudades de España y Latinoamérica. “El proyecto está ya en fase de pruebas y hará su lanzamiento oficial en las próximas semanas”, ha anunciado la compañía en un comunicado, en el que ha explicado que la gestión del alquiler se hará a través de la aplicación de Movo.

Según la empresa que dirige Juan de Antonio, el mercado de los patinetes eléctricos “entronca directamente” con su estrategia corporativa, que busca “crear la mayor plataforma de Mobility as a Service (MaaS) sostenible e inclusiva en España, Portugal y América Latina”.

En la capital española tendrá que hacer frente a la competencia de Lime, Wind, Voi y Bird, así como un aluvión de empresas que se preparar para desembarcar en las próximos semanas. En pocos meses, el patinete eléctrico se ha convertido en un vehículo habitual de las calles madrileñas, lo que ha llevado al Ayuntamiento a regularlo dentro de su nueva ordenanza de movilidad.

Las empresas deben solicitar al Consistorio liderado por Manuela Carmena una autorización y cumplir una serie de requisitos, como la contratación de un seguro de responsabilidad civil. Además, deben informar del número de patinetes con que cuentan y dónde están instalados. Por su parte, los usuarios de un patinete eléctrico o monopatín pueden circular prácticamente por todas las calles de Madrid (las que tengan el límite de velocidad en 30 o 20 kilómetros por hora) y también por los carriles bici, pero a las aceras solo pueden subir los que no tengan motor y no superen los 5 kilómetros por hora.

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