El sector del automóvil presiona en Bruselas contra los coches eléctricos

Coches eléctricos

El sector del automóvil presiona en Bruselas contra los coches eléctricos

Las empresas de coches alertan de la “catástrofe social” que puede provocar la política comunitaria.

Sede de la Comisión Europea

Las principales empresas de coches alertan a la Comisión Europea de la “catástrofe social” que puede provocar la puesta en marcha de algunas políticas automovilísticas. Concretamente, la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) carga contra la propuesta de reducir en un 30% las emisiones de CO2 para 2030.

Esa propuesta de Bruselas incluye la concesión a los vehículos eléctricos del 30% del mercado del automóvil. El comité del medio ambiente del Parlamento Europeo votará el próximo 10 de septiembre un proyecto de informe con objetivos incluso más elevados.

La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), donde se encuentran como BMW, Renault y Volkswagen, insiste en que un objetivo del 20% de CO2 es el límite de lo que se puede lograr en 2030.

La ACEA considera que la propuesta de la Comisión Europea carece de “realismo” y advierte que la prioridad sobre el vehículo eléctrico, en detrimento de los otros modelos de coches, puede ser contraproducente para el sistema laboral.

De hecho, según el Secretario General de ACEA, Erik Jonnaert, Bruselas busca una “catástrofe social”, en declaraciones recogidas por Euractiv.

“La fabricación y el mantenimiento de automóviles eléctricos requieren menos mano de obra que los vehículos de propulsión convencional: tienen alrededor de seis veces menos piezas móviles que los vehículos propulsados ​​por combustión y requieren alrededor de un 60% menos de piezas de repuesto”, argumentan la asociación de empresas automovilísticas.

Una aseveración que cuenta con el rechazo de la propia Comisión y de organizaciones dedicadas a la sostenibilidad, medio ambiente y transporte.

El grupo de movilidad limpia Transporte y Medio Ambiente explica que el informe de la ACEA obvia que los vehículos eléctricos generan mayor mano de obra secundaria, como en el suministro de electricidad (construcción de infraestructuras de carga), el ocio y el comercio minorista.

A juicio de este grupo, los sistemas electrónicos de los coches eléctricos son mucho más complejos y contienen hasta diez veces más semiconductores que los de propulsión.

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