Las turbulencias de los mercados frenan en seco las emisiones de deuda en España

Renta fija

Las turbulencias de los mercados frenan en seco las emisiones de deuda en España

El sector financiero suaviza los criterios de concesión de crédito, según hace notar la última Nota de Estabilidad de la CNMV.

Billetes monedas euro

Las emisiones de renta fija registradas en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) entre enero y abril alcanzaron los 22.071 millones de euros, lo que supone un desplome del 31% respecto al mismo periodo de 2017, según la última Nota de Estabilidad publicada por el supervisor de los mercados, la sexta de la serie. El organismo explica que, pese a que el estrés de los mercados financieros españoles disminuyó tras el repunte de febrero, se nota un nivel más elevado en el mercado de renta fija debido a la pérdida de liquidez de estos activos y al aumento de la volatilidad.

Una volatilidad que previsiblemente continuará por incertidumbres políticas como la formación de gobierno en Italia entre los partidos populistas Movimiento 5 Estrellas y La Liga y por las tensiones geopolíticas como las provocadas por la ruptura del acuerdo nuclear entre EEUU e Irán.

Respecto a los tipos de interés, la Nota de Estabilidad indica que continúa en niveles muy reducidos en la zona euro: el tipo oficial del BCE está en el 0% desde marzo de 2016, el Euribor a doce meses está en terreno negativo desde febrero del mismo año y las rentabilidades de la deuda pública a largo plazo están en mínimos históricos en un buen número de economías. Sin embargo, en EEUU las rentabilidades llevan varios meses subiendo, en consonancia con el giro en el tono de la política monetaria adoptado por la Reserva Federal, explica la CNMV. De hecho, el rendimiento del bono estadounidense a 10 años ya ha superado el 3% por primera vez desde 2011.

“El BCE no ha dado señales que permitan pensar en un incremento inminente en los tipos de interés, pero se puede deducir que el tono de la política monetaria va a cambiar progresivamente a la vista de la finalización de los programas de compras de deuda desde septiembre y la revitalización del crecimiento de la economía” afirma. En este contexto, la CNMV considera que no es descabellado pensar que los tipos de interés están próximos a registrar aumentos en el futuro, que pueden verse afianzados por un incremento adicional de la inflación si persiste el encarecimiento del petróleo. Por tanto, “cabe plantearse cuáles serían los efectos más relevantes de este incremento, sobre todo si fuera más intenso y abrupto de lo esperado, y si puede considerarse un riesgo para la estabilidad financiera”, advierte.

Así, la nota apunta que el principal riesgo de mercado se mantiene en los activos de renta fija “como lo han puesto de manifiesto las pérdidas en la deuda soberana de las principales economía de la zona euro cada vez que han tenido lugar aumentos transitorios de los tipos de interés”.

En cuanto al sector bancario, la CNMV destaca que continúa experimentando dificultades considerables para aumentar sus márgenes en un entorno de tipos tan reducidos y con un elevado, aunque en descenso, volumen de activos improductivos. En España, las condiciones de solvencia del sector son favorables y el dinamismo de la actividad juega a su favor, percibiéndose una cierta mayor laxitud en los criterios de concesión de crédito. Con todo, a juicio del supervisor, los retos que afronta el sector son considerables, algunos de ellos relacionados con la necesidad de incrementar su eficiencia y otros de carácter tecnológico (fintech).

Bolsas

Respecto a los mercados de renta variable, el Ibex 35, que acumuló retrocesos superiores al 4% en febrero arrastrado por las caídas de Wall Street, recuperó después casi todas las pérdidas y moderó la caída acumulada en el año hasta el 0,6%, refleja la nota. En el caso de Europa, la mayor parte de los mercados recuperaron las pérdidas iniciales ante la perspectiva de que el futuro endurecimiento de la política monetaria del BCE se puede volver a retrasar debido a la ralentización de la actividad en el primer trimestre del año y un entorno de inflación estable. Los avances más cuantiosos correspondieron a las compañías petrolíferas, industriales y de metales y minerales, así como a las empresas de pequeña capitalización con ganancias ligadas al ciclo económico, que se revalorizaron casi un 14%. Por otro lado, los mayores retrocesos fueron para las compañías textiles, que acusan la competencia del ecommerce en sus ingresos, así como para las inmobiliarias y los bancos, para los que, a pesar de sus buenos resultados, un hipotético aumento de los tipos de interés incrementaría las incertidumbres de su negocio debido a un ajuste en las valoraciones y un entorno de gastos financieros al alza de sus clientes.

Por otro lado, la ratio precio-beneficios (PER) del Ibex 35 disminuyó desde 13,8 a mediados de enero hasta 12,7 en abril (su nivel más bajo de los últimos dos años) debido al crecimiento de los beneficios empresariales y, en menor medida, al retroceso de las cotizaciones. Por el contrario, las posiciones cortas agregadas comunicadas se mantuvieron a finales de abril por encima del 0,8% de la capitalización total de los valores, destacando por su cuantía -como en los últimos trimestres- las posiciones cortas en Día y Técnicas Reunidas, a las que se unió Neinor Homes.

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