Los españoles dedican más dinero a las casas de apuestas privadas que a la ONCE y Loterías del Estado

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Los españoles dedican más dinero a las casas de apuestas privadas que a la ONCE y Loterías del Estado

Las apuestas deportivas han aumentado más de un 6.000% en la última década. La Quiniela cae más del 50%.

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En el año 2008, los españoles destinaron 250 millones de euros a jugar a La Quiniela. Diez años después, esa cantidad se ha reducido en un 58% y la inversión anual no pasa de los 105 millones. En ese mismo tiempo, las apuestas deportivas de operadores privados han incrementado en más del 6.000% su facturación. De 4,1 millones de euros a 271 millones en 2016.

El Anuario del Juego en España revela que los españoles dedican más dinero a los operadores privados del juego (Codere, Sportium, Luckia…) que a los sorteos públicos o de la ONCE. En el último año del que se tienen datos contrastados (2016) se jugaron 8.886 millones de euros. Más de la mitad de esa cifra (4.700 millones) fue gestionado por empresas privadas dedicadas al juego (bingo, juego online, tragaperras, casinos o apuestas deportivas).

A Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) le corresponden 3.100 millones de euros y a la ONCE 937 millones. Cifras que, al contrario que los operadores privados, se han reducido en los últimos años. Sin ir más lejos, en 2015 los españoles dejaron 3.344 millones de euros en la SELAE.

En lo que respecta a las cantidades totales jugadas en el año 2016 ascienden a 26.692,8 millones de euros en los juegos presenciales, públicos y privados, y a 11.048,9 en juegos online. Sin embargo, tal y como asegura el informe ‘Anuario del Juego en España’, no son cantidades directamente comparables a las detalladas en el segundo párrafo de este texto.

Por un lado no se tiene en cuenta los impuestos, los premios y las cantidades rejugadas. De hecho, en el juego online se contabilizan todas las cantidades jugadas, esto es, incluye el “rejuego” de las distintas partidas o apuestas, explica el informe. Por eso esa cifra inicial (11.048 millones) se reduce finalmente a 444 millones.

En impuestos, el juego generó 1.674 millones en 2016 para las Administraciones Públicas. De ellos, 1.218 millones gravaron la actividad de las empresas y más 455 millones gravaron los premios, repercutiendo sobre los agraciados, especialmente a través del gravamen sobre los premios de lotería superiores a 2.500 €.

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