Interior desplaza a miles de guardias civiles para el 21-D pese a tener el control de los Mossos

Cataluña

Interior desplaza a miles de guardias civiles para el 21-D pese a tener el control de los Mossos

El Gobierno no se fía de la policía autonómica e improvisa otra ‘operación Cataluña’: 6.000 agentes para vigilar las elecciones.

Guardia civil

A pesar del 155 y del cese en pleno del Govern de la Generalitat, el Ejecutivo de Mariano Rajoy y el Ministerio del Interior siguen sin fiarse de los Mossos d’Esquadra. La decisión de enviar a Cataluña a más de 3.000 agentes de la Benemérita para las elecciones del 21 de diciembre desvela que el Gobierno no confía en los Mossos ni aunque estos sean dependientes del departamento de Juan Ignacio Zoido.

Representantes de la Guardia Civil han confirmado a EL BOLETÍN que los agentes que van a ser desplazados a Cataluña para los comicios se unirán a los que ya están allí desde la operación policial contra el referéndum. Es decir, en total se juntarán cerca de 6.000 agentes de la Guardia Civil. Los mismos que el 1-O, cuando los Mossos los controlaba la Generalitat de Carles Puigdemont.

“La intención sigue siendo que el trabajo de seguridad, de mantener el orden, sea de los Mossos d’Esquadra. Sin embargo, el Gobierno no quiere sorpresas, como pasó el 1 de octubre, y quiere tener capacidad de reacción”, destaca a este diario un representante de la Benemérita.

A priori, el trabajo de los guardias civiles desplazados será vigilar que no hay incidentes en los colegios electorales y esperar en sus respectivas bases. Lo que no se espera es el retorno de ‘Piolín’.

Este nuevo operativo policial llevado a cabo por Interior y la Dirección General de la Guardia Civil, en cualquier caso, y a pesar de que los agentes están durmiendo en pensiones/hoteles, vuelve a estar presidido por la principal característica que invadió al anterior dispositivo: la improvisación.

“Los agentes desplazados allí se están quedando sin vacaciones y sin permisos para Navidad de la noche a la mañana. Les han suspendido todas las jornadas libres con muy poco tiempo de antelación cuando se sabía desde hace semanas que las elecciones iban a ser el 21 de diciembre”, confiesa este miembro de la Guardia Civil a EL BOLETÍN.

Este agente afirma que el problema no es trabajar mucho durante días y días. El problema, según él, es “la improvisación continua”.

Más información