La frontera de Irlanda del Norte, último obstáculo para el acuerdo de divorcio entre Londres y Bruselas

La frontera de Irlanda del Norte, último obstáculo para el acuerdo de divorcio entre Londres y Bruselas

May viaja a Bruselas mientras Reino Unido y Bruselas intentan cerrar un acuerdo de divorcio amistoso en el Brexit.

Brexit

Reino Unido y la Unión Europea se encuentran a punto de cerrar el acuerdo de divorcio del Brexit, con la premier británica Theresa May viajando a Bruselas hoy mismo para intentar desbloquear las negociaciones en los dos principales puntos de desacuerdo: el papel de los tribunales europeos y, sobre todo, la frontera de Irlanda del Norte.

Según publica Financial Times, un acuerdo provisional representaría un punto de inflexión trascendental para las conversaciones del Brexit, poniendo fin a una primera fase que ha durado nueve meses y que ha estado dedicada exclusivamente a desenredar las relaciones pasadas.

El Gobierno británico en buena medida se ha plegado a las presiones de Bruselas en el ámbito económico, reconociendo una factura neta de entre 40.000 y 60.000 millones de euros, pero todavía hay relevantes asuntos políticos en los que las posturas están muy distantes. Los líderes de la UE han advertido a May que la reunión de hoy puede ser la fecha límite para resolver los asuntos pendientes si quiere garantizarse que en la cumbre de los próximos 14 y 15 de diciembre haya acuerdo.

El mayor riesgo para el acuerdo sigue siendo la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, con el obstáculo añadido que supone el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte (DUP), aliado parlamentario de May.

Irlanda, que tiene posibilidad de veto en la postura de Bruselas, quiere una frontera lo más abierta posible en la isla, por lo que Bruselas pide a Reino Unido que el texto del acuerdo incluya la necesidad de una reserva única para Irlanda del Norte si las relaciones comerciales entre ambas partes hacen que sea difícil evitar una frontera dura.

Otro asunto que impide el acuerdo, de momento, es el planteamiento que ha hecho Francia sobre el papel de los tribunales europeos en la interpretación de los derechos de los ciudadanos de la UE. La disputa se refiere exactamente en cómo los tribunales del Reino Unido remitirían casos relevantes a Luxemburgo después del Brexit.

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