Draghi se niega a publicar las actas de las reuniones de su exclusivo club de banqueros

Banco Central Europeo

Draghi se niega a publicar las actas de las reuniones de su exclusivo club de banqueros

En respuesta a la Defensora del Pueblo de la UE, Emily O’Reilly, el BCE aclara que nunca ha contribuido a la financiación del G30.

Mario Draghi, presidente del BCE

La pertenencia de Mario Draghi al selecto ‘Grupo de los 30’, foro privado que reúne a algunos de los banqueros más importantes del mundo, sigue dando quebraderos de cabeza al Banco Central Europeo (BCE). El supervisor único de la zona del euro se ha negado a publicar los detalles de las reuniones que mantiene el presidente del BCE con sus colegas, aunque reconoce que estas citas son de interés público.

En respuesta a una pregunta de la Defensora del Pueblo de la Unión Europea, Emily O’Reilly, el BCE señala que no le corresponde a él sino al G30 decidir si publica el contenido de estas reuniones. Es tarea del propio G30 “decidir sobre el nivel de transparencia de sus discusiones”, aclara la institución.

La Defensora del Pueblo había enviado una batería de 16 preguntas sobre la pertenencia de Draghi a este club exclusivo. Entre ellas, pedía al BCE que considerase “informar de manera proactiva al público sobre el contenido de estas reuniones, proporcionando agendas y resúmenes no confidenciales” de los eventos del G30.

El BCE, que sí publica los textos de los discursos pronunciados por Draghi y otros miembros de su consejo de gobierno en el G30, defiende que estas reuniones, que se anuncian con anticipación, son de interés público porque ayudan a informar y explicar sus decisiones sobre política monetaria.

Tanto el banquero central italiano como otros miembros del BCE “se benefician de las discusiones periódicas con una amplia gama de interlocutores para comprender mejor la dinámica de la economía y de los mercados financieros”. “En un entorno en el que se aplican y se respetan las salvaguardas adecuadas, estas interacciones contribuyen positivamente a la capacidad del BCE para cumplir su mandato, lo que a su vez redunda en el interés público”, defiende la institución que preside Mario Draghi.

El BCE reconoce a O’Reilly que “dos miembros actuales del G30 provienen de bancos supervisados directamente por el BCE y dos de bancos supervisados indirectamente”, aunque recuerda que otras instituciones como el Banco de Inglaterra o el Banco de Japón también están representadas, a pesar de que tienen sus respectivas responsabilidades de supervisión. Además, aclara que “nunca ha contribuido a financiar” al grupo.

El G30 se estableció en 1978 como un “foro para intercambiar puntos de vista sobre cuestiones de actualidad relacionadas con el funcionamiento del sistema económico internacional. Para el BCE -y, previamente, para el Instituto Monetario Europeo (1994-98) – la participación en las reuniones del G30 fue parte de sus esfuerzos por afirmarse y establecerse en los foros relevantes como un banco central importante de una moneda principal”, señala la institución.

El predecesor de Draghi en la presidencia del BCE, Jean-Claude Trichet, es el presidente honorario del ‘G30’, que también incluye en su plantel a figuras tan relevantes como el expresidente de la Reserva Federal Ben Bernanke o los exsecretarios del Tesoro estadounidense Paul Volker y Tim Geithner. Los jefes del Banco de Japón, el Banco de Inglaterra y el Banco Popular de China, Haruhiko Kuroda, Mark Carney, y Zhou Xiaochuan, respectivamente, también son miembros.

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