El PNV o cómo bailar entre dos aguas sin mojarse

Cataluña

El PNV o cómo bailar entre dos aguas sin mojarse

Los nacionalistas se mueven entre su apego al PDeCAT y el pacto con el PP.

Andoni Ortuzar, presidente del PNV

Las expectativas invitan a creer que el PNV podría ser el mejor intermediador entre Cataluña y el Gobierno de Mariano Rajoy. Los nacionalistas vascos mantienen una relación fluida con el PP al mismo tiempo que con el PDeCAT. Sin embargo, a pesar advertir indirectamente al Gobierno que una respuesta contundente en Cataluña complicaría los presupuestos de 2018, los jeltzales van a optar por vestir su mejor traje, el que no se ve.

El PNV tiene mucho que ganar y mucho que perder, a priori, en el proceso catalán. Por un lado, un acuerdo presupuestario con el PP que le garantiza medidas económicas satisfactorias para Euskadi (y a la postre, la fidelización de sus votantes no independentistas), y por otro, la teoría política de que ellos (los nacionalistas vascos) abogan por el derecho a decidir y la autodeterminación, lo que también les garantiza un buen puñado de votos.

“En algún momento, y siempre y cuando hubiera una mayoría social que así lo demandara, abogaríamos por una consulta pactada en Euskadi. Ahora, desde luego, no se dan las condiciones para ello”, asegura a EL BOLETÍN un miembro del PNV.

La transversalidad del PNV

En una escala del 0 al 10 que establece el CIS, donde 0 es extrema izquierda y 10 es extrema derecha, el PNV es el partido favorito de todas aquellas personas que oscilan entre el 3 y el 10.

Los jeltzales, por tanto, defienden públicamente el proceso catalán pero no están dispuestos a poner en riesgo su pacto con el PP. Esa circunstancia solo podría suceder si el Ejecutivo de Mariano Rajoy acomete acciones contundentes contra Cataluña, como la suspensión de la Autonomía. En ese caso, aseguran desde el partido, cambiarían su relación con el Gobierno, poniendo en riesgo los presupuestos de 2018 y la estabilidad de Mariano Rajoy.

Miembros del PNV aseguran EL BOLETÍN que de momento van a optar por ponerse de perfil y esperar a que se sucedan los acontecimientos. La aritmética del Parlamento Vasco también podría determinar los pasos de los nacionalistas. La suma entre PNV y PSOE no da la mayoría absoluta, aunque difícilmente podría darse un bloque opositor entre EH Bildu, Podemos y PP. El Partido Nacionalista Vasco tendrá que bailar entre varias aguas, y como ha hecho durante décadas, hacer de lo cotidiano lo extraordinario. Conseguir que el poder no le desgaste.

Mariano Rajoy quiere preservar al PNV

El presidente del Gobierno es consciente de que una medida extremadamente contundente en Cataluña podría dejarle sin socio y sin mayoría parlamentaria suficiente para garantizar los presupuestos. Por eso es bastante probable que el Gobierno deje en manos de la Justicia (Tribunal Constitucional) la oposición al proceso catalán.

Sin embargo, Rajoy es consciente que él también debe bailar entre dos aguas. Por un lado, mantener al PNV, y por otro, evitar que Ciudadanos se erija como el único garante firme de la unidad de España.

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