Acusan al Gobierno de inventar un pago millonario a Francia como excusa para construir un cementerio nuclear

Energía nuclear

Acusan al Gobierno de inventar un pago millonario a Francia como excusa para construir un cementerio nuclear

La plataforma anti construcción del ATC en Villar de Cañas pide explicaciones sobre la supuesta cuota de 65.000 euros diarios al país vecino.

Central nuclear

La Plataforma contra la instalación del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en la localidad conquense de Villar de Cañas ha pedido explicaciones tanto al Gobierno estatal como al alcalde del municipio, José María Sáiz, al considerar que «se ha mentido» al respecto de que España pagaba 65.000 euros diarios a Francia por albergar los residuos nucleares españoles como justificación para defender la necesidad de poner en marcha este cementerio nuclear, según ha recogido Europa Press.

Según la portavoz de la Plataforma, María Andrés, «es indignante que durante años el gobierno de Rajoy y el alcalde Villar de Cañas dijeran que se estaban pagando 65.000 Euros diarios de penalización por la custodia de los residuos nucleares, y ahora, que se ha publicado que se empezará a contabilizar desde el 1 de julio, no reconocen que han mentido a sabiendas para manipular a la información pública a favor de construir un ATC ahora inútil».

Insiste la portavoz en que «la realidad es que, 11 años después de la aprobación del sexto Plan general de residuos radiactivos, el ATC ya ha dejado de ser necesario, puesto que las centrales nucleares tienen almacenes individuales en seco o están a punto de tenerlos».

En un comunicado, la Plataforma indica que según se ha publicado este sábado citando fuentes del Ministerio de Energía y Enresa «las cantidades a pagar se devolverán una vez vuelvan los residuos a España descontando los gastos de almacenaje».

«Estos residuos provenientes de la Central nuclear de Vandellós son, junto con los 500 elementos combustibles de Garoña en el centro de reprocesamiento de Sellafield, los únicos residuos nucleares de alta actividad, que están fuera de nuestras fronteras», apunta María Andrés.

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