El CETA encara esta semana su votación final en la Eurocámara con la mirada puesta en los socialistas

El CETA encara esta semana su votación final en la Eurocámara con la mirada puesta en los socialistas

CETA

Los eurodiputados deciden este miércoles si aprobar o no el CETA con serias dudas del grupo socialdemócrata. Si sale adelante, el tratado se implantará provisionalmente en abril. El CETA vive su (última) semana decisiva tras un inicio de 2017 frenético. Si a finales de enero, la Comisión de Comercio Internacional de la Eurocámara decidía dar el visto bueno al tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá, este miércoles el debate llega al Pleno del Parlamento Europeo. Un paso determinante ya que si los eurodiputados dan luz verde, el acuerdo comercial se implantará provisionalmente a partir de abril dando por finalizado todos los trámites en las instituciones europeas a la espera de la ratificación individual de cada Estado miembro.
 
Y todos los focos se colocan en un mismo lugar: en la socialdemocracia europea. La Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) fue determinante para que la Comisión de Comercio Internacional aceptase el CETA. Un papel protagonista que se espera que se repita esta semana. No obstante, las dudas se han implantado en el grupo parlamentario, algo que ya se reflejó en la mencionada votación de enero cuando la división fue la principal característica.
 
La agenda en las instituciones europeas para esta semana gira en torno a esta votación. Por ello, los esfuerzos de los contrarios al CETA se intensificarán en estos días, tanto en conferencias como en diversas acciones. De hecho, en la mañana de este mismo miércoles decisivo saldrá del centro de Estrasburgo una manifestación de protesta. Se ha estimado que un total de 80 representantes de colectivo sociales españoles participen en la movilización que finalizará en las puertas del Parlamento Europeo.
 
Un día antes, el martes, la izquierda europea realizará una serie de actos informativos para ejercer presión sobre los eurodiputados indecisos con sus votos. Por su parte, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, tiene previsto, según la agenda oficial del Parlamento Europeo, acudir a Estrasburgo el jueves a dirigirse al Pleno.
 
Pero antes de que Trudeau dé un aparente discurso triunfalista y de que los países europeos empiecen a ratificar el tratado, la Eurocámara tendrá que hablar. Y la división en S&D puede decir mucho. Por el momento, en los últimos días, el sentir desde Estrasburgo, según fuentes de otros partidos, es que las recientes reuniones que han celebrado los socialdemócratas para consensuar una postura común no parecen darse. Es más, dichos contactos aseguran que todo indica que hasta este martes no tomarán una decisión.
 
Menos clara parece la división en el Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE). A pesar de que en sí se han mostrado más favorables al CETA, en la Comisión de Comercio Internacional de la Eurocámara tampoco lograron alcanzar un voto unánime cuando la eurodiputada Marielle de Sarnez decidió abstenerse. Estas fuentes europeas han apuntado que el grupo dejará hasta última hora la posibilidad de alcanzar un acuerdo para emitir una votación común ante la falta de acuerdo la semana pasada.

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