¿Un nuevo lío para la banca? El BCE pone bajo la lupa los créditos apalancados

¿Un nuevo lío para la banca? El BCE pone bajo la lupa los créditos apalancados

Sede del BCE

La nueva guía del BCE para los créditos apalancados puede traducirse en un mayor consumo de capital, avisan los expertos. El aumento que han registrado los préstamos apalancados, aquellos financiados con endeudamiento, ha encendido las alarmas del Banco Central Europeo (BCE), que no quiere que se repitan los excesos que provocaron la crisis financiera. La institución que preside Mario Draghi ha elaborado una guía -por el momento no vinculante- para que se uniformice el tratamiento a estas transacciones, pero el sector teme que acabe suponiendo un nuevo impacto en las ratios de capital.
 
Por ahora, la guía es sólo un borrador que los afectados pueden comentar hasta el 27 de enero. En ella, el BCE recomienda a los bancos que definan como solicitantes de un préstamo apalancado a aquellas empresas en las que la deuda sea cuatro veces mayor que el beneficio bruto de explotación (Ebitda). En caso de que una transacción esté muy apalancada, que el endeudamiento supere seis veces el Ebitda, debería ser aprobada y revisada por el comité de crédito de más alto rango en el banco.
 
Los bancos deberán seguir asimismo ciertos principios al valorar la capacidad de reembolso del solicitante de préstamo apalancado antes de aprobar un crédito y vigilar los riesgos financieros. Además, el BCE vigilará cómo gestionan las entidades este tipo de exposiciones prestando atención a la calidad de los estándares de crédito.
 
Nuria Álvarez, analista de Renta 4 Banco, avisa a ElBoletin.com de que el posible impacto para la banca dependerá no sólo de lo que marque el BCE, sino de lo que ya estén haciendo las entidades. “Habrá bancos que ya estén teniendo en cuenta criterios de medición del riesgo que puedan estar en línea con lo que diga el BCE, y habrá otras que deban modificarlos para ajustarse”, explica.
 
La analista avisa, eso sí, de que las pautas podrían tener “impacto en el capital”, ya que una mayor precisión del banco al medir los riesgos por lógica debería traducirse en una mayor ponderación en activos ponderados por riesgo, lo que a su vez supone un mayor consumo de capital.  No obstante, “esto no tiene por qué producirse si la entidad ya tiene ajustado el modo de medir estos créditos”, matiza Álvarez.
 
Por último, “el impacto final también va a depender de cuánto pesen esos créditos sobre el total”. No es lo mismo que tu política comercial esté orientada a ese tipo de créditos y representen una parte importante de la cartera a que sea una parte del negocio con poco peso”, señala.
 
También mantiene la prudencia la Asociación Española de Banca (AEB), que ve “de forma positiva que el supervisor actúe de forma preventiva y prudencial frente a potenciales excesos”, así como que lo haga “de forma dialogante”, según ha señalado el portavoz de la patronal, José Luis Martínez Campuzano.
 
No obstante, Campuzano apunta también que, “en paralelo”, sería importante fijar “una estrategia para normalizar la política monetaria ultra laxa que puede favorecer la formación de excesos en los mercados financieros”.
 
Los mercados de financiación apalancada se han recuperado desde la crisis en un entorno de aumento de la competencia entre los bancos y otros participantes del mercado por la búsqueda de rentabilidad. Los bancos del Viejo Continente no son tan activos en las transacciones apalancadas como los de otros países, según el BCE, pero aun así “la financiación apalancada ha aumentado de nuevo desde 2009”.

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