Toda una odisea en el corazón de Madrid: 11 años reclamando un instituto público

Educación

Toda una odisea en el corazón de Madrid: 11 años reclamando un instituto público

Metro de Las Tablas

Los vecinos de Las Tablas llevan 11 años lidiando con falsas promesas. La Consejería asegura que se construirá para septiembre de 2017; los padres dudan de los plazos. En una de las obras más conocidas de Homero, el escritor narra las aventuras que tiene que sufrir el héroe griego Ulises para volver a su hogar: la conocida Odisea. Un poema en el que el histórico personaje tiene que superar numerosas circunstancias durante diez años para poder regresar a su amada Ítaca. Varios siglos después los vecinos de Las Tablas dejan al bueno de Ulises y a su viaje como meros aficionados, aunque la ventaja que tienen en este barrio madrileño es que no tienen que combatir contra verdaderos monstruos, pero sí contra eternas promesas de políticos.
 
Durante 11 años, los vecinos de Las Tablas llevan reclamando una necesidad que cada día se hace más evidente: la zona necesita un instituto público. Durante este tiempo, la movilización vecinal y la intensidad de las protestas para que se construya el ansiado centro ha ido incrementando y superando numerosos inconvenientes que han ido saliendo desde la Comunidad de Madrid.
 
“El día 10 de octubre nos reunimos con la Consejería de Educación y nos han insistido que para septiembre de 2017 estará el instituto, pero no comenzaría la construcción hasta febrero. Manejan unos plazos imposibles”, sostiene a ElBoletín.com Carla Centeno, portavoz del AMPA CEIP Leopoldo Calvo-Sotelo que está sirviendo de altavoz del conflicto junto a la asociación vecinal de Las Tablas.
 
Las cuentas no les salen a los padres. Y la necesidad de un instituto público se multiplicará en el próximo año: el curso que viene, 170 niños saldrán de los colegios públicos para iniciar su nueva experiencia en la ESO. “Es una de las promociones más numerosas”, avanza Centeno. Por ello, las prisas para ejecutar el eterno proyecto se han asentado en el día a día de los padres y madres de la zona.
 
Pero las promesas en Las Tablas se las lleva el viento. “Ya nos prometieron que el instituto se iba a abrir este año”, relata Centeno. Por el momento, los únicos pasos que salen con esta construcción es la finalización del proyecto. Aún queda el grueso del trabajo: emitir el informe jurídico, que lo apruebe el consejo de gobierno, que salga la licitación (se estima que esté para diciembre o enero) y que la constructora comience su labor en un plazo de seis meses.
 
“Van más que justos de plazo y nos tememos que no esté a tiempo. ¿Y si no llegan para septiembre? ¿Nos construirán un barracón?”, se pregunta a este medio la portavoz de la AMPA poniéndose en lo peor tras las múltiples falsas palabras que han salido desde los distintos gobiernos madrileños. Porque, como recuerdan los padres, ya son 11 los años pidiendo un instituto. Y la respuesta desde el Ejecutivo era el mismo: “Nos decían que no había demanda suficiente”. Unas cuentas que no salen a la Consejería, pero sí a los padres: a la creciente natalidad en este nuevo barrio hay que sumarle que muchos de los niños van a colegios concertados por falta de plazas en los públicos, lo que les hace invisibles para la Comunidad de Madrid.
 
No obstante, sí había guiños para un determinado sector: el privado. “Mientras que nos decían que no había demanda suficiente, los mejores terrenos han ido a centros privados, incluso del Opus, y concertados antes de planificar las infraestructuras públicas. Se ha favorecido a la privada y a la concertada”, sentencia la portavoz del AMPA CEIP Leopoldo Calvo-Sotelo.
 
Repartir a los alumnos por otros distritos
 
Pero los alumnos que van acabando Primaria no se detienen y la solución que ha ido saliendo desde la Consejería no ha sido otra que poner un parche: “A los niños los reparten por otros centros”. Por ejemplo, la gran mayoría van destinados al IES San Fernando (en el barrio de Fuencarral) o al IES Manuel Fraga (en el vecino barrio de Sanchinarro), con el correspondiente problema de exceso de estudiantes que supone en estos institutos (hasta 300 estudiantes de Las Tablas van al centro que tiene como nombre a uno de los fundadores del PP). Incluso, el segundo de éstos aún sigue pendiente la construcción de un pabellón deportivo y tiene pendiente la tercera fase. O en el caso del IES San Fernando en el que, como relata la AMPA, la Comunidad de Madrid no se hace cargo del traslado que deben hacer las familias para llevar a sus hijos a estudiar.
 
“No se impartirá Bachillerato hasta dentro de cinco años”
 
La odisea de 11 años enfiló una etapa determinante en los últimos meses. Después de que los vecinos de Las Tablas pensasen que la construcción de su instituto se incluiría en el presupuesto de infraestructuras de 2016, todo quedó en agua de borrajas. Por ello, en marzo pidieron a la Consejería que firmasen por escrito el compromiso de la construcción. Meses después el barrio sigue insistiendo en que se adelanten las fechas “para poder licitar en noviembre y comenzar la obra en enero, ya que ahora sólo depende de la burocracia que ese plazo se dilate o no”. Y ya se sabe: la burocracia y el tiempo no son buenas compañeras de viaje.
 
Una vez abierto el instituto los problemas no cesarán. Como se ha ido presenciando por toda la Comunidad de Madrid, la construcción por fases es una tortura para los centros: “Cuando se abra va a comenzar sólo con 1ª de la ESO. Dicen que hacen un instituto, pero sólo es un curso. No se impartirá Bachillerato hasta dentro de cinco años”.
 
Un relato de la AMPA en el que no sólo han tenido que lidiar con las falsas promesas sino también con la prepotencia de la Consejería de Educación, como asevera Centeno a ElBoletín.com: “El director de Infraestructuras nos decía que su manera de licitar era transparente y licitar a la baja. Una licitación a la baja del 30% de media. Así pasa: las empresas dejan las obras a la mitad porque no les llegan. Pero en el Gobierno lo dicen orgullosamente. Te lo venden como ventajosa, como un éxito y no ven que se queda todo a medias”.
 
Por todo ello, aunque en marzo alcanzasen un acuerdo por escrito y el siguiente paso del instituto esté en manos de los informes técnicos, el viaje de los vecinos de Las Tablas no ha llegado a su fin. En eso, les saca ventaja Ulises que él sí pudo llegar en menor plazo a su Ítaca, mientras que los padres del barrio madrileño siguen en busca de su instituto público.

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