Moscú se adelanta a Bruselas en penalizar a Londres por el Brexit

Moscú se adelanta a Bruselas en penalizar a Londres por el Brexit

Brexit

VTB, uno de los principales bancos rusos y controlado al 61% por fondos públicos, ha anunciado su decisión de abandonar Londres como nodo de negocio en Europa Occidental. La primera penalización para la City de Londres tras el sí al Brexit no ha llegado desde Bruselas. El banco estatal ruso VTB, controlado al 61% por el Estado, se ha convertido este martes en la primera gran entidad en anunciar el traslado de su sede operativa en Reino Unido hacia otro país que siga integrando la Unión Europea.
 
El anuncio de la mudanza de VTB se ha efectuado sin señalar cuál será su próximo destino, si bien se barajan París, Viena o Fráncfort, otro de los grandes nodos financieros del Viejo Continente, según fuentes consultadas por Europa Press. “Teníamos grandes planes para la oficina de Londres”, se ha lamentado el vicepresidente y director financiero de la segunda mayor entidad bancaria de Rusia, Herbert Moos, en las páginas de The Financial Times.
 
Desde la entidad rusa se lamentan de que el panorama resultante del apoyo a la ruptura con la Unión Europea ha forzado la retirada de sus planes de expansión previstos en estas latitudes, lo que ha forzado la búsqueda de nuevas oportunidades.
 
Con una plantilla de varios cientos de empleados en su sucursal londinense, la entidad rusa ha avanzado que para final de año ya tendrá claro su nuevo destino. En la capital británica centralizaba hasta ahora actividades como el blanqueo de capitales y de cumplimiento de normativas, actividades que ahora trasladarán ante el convencimiento de que los planes de expansión no deben posponerse pero que, sin embargo, la desconexión con Bruselas no será “un proceso rápido”.
 
Esta retirada podría ser solo la primera de las que estén por venir. Un reciente informe de la consultora Oliver Wyman, una de las firmas que participó en la auditoría profunda al sector financiero español para su reorganización, estima que un proceso de desconexión rápido podría llegar a traducirse en la pérdida de hasta 75.000 puestos de trabajo solo en el sector financiero británico así como la desaparición de ingresos por impuestos próxima a los 10.000 millones de libras, unos 11.055 millones de euros al cambio de divisas.

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