¿Qué líneas de financiación públicas puede solicitar una startup española?

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¿Qué líneas de financiación públicas puede solicitar una startup española?

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ENISA para Jóvenes Emprendedores, INNVIERTE, NEOTEC o H2020 son algunas de las líneas de financiación y subvenciones públicas disponibles para empresas emergentes de base tecnológica. En un panorama en el que la competencia en el ámbito tecnológico es cada vez mayor, la captación de financiación es una de las tareas más difíciles para la puesta en marcha y el desarrollo de una startup. Además de inversiones privadas de business angels, aceleradoras o fondos de Venture Capital, una buena opción para los emprendedores es recurrir a líneas de financiación públicas, que generalmente permiten mantener el control de la empresa y la participación empresarial.
 
Las pymes de carácter tecnológico pueden encontrar varios tipos de ayudas públicas, a escala regional, nacional o europea, para el impulso o la internacionalización de su negocio. Con el objetivo de dar a conocer estas oportunidades de financiación, Wayra, la incubadora de Telefónica, ha reunido a representantes de los organismos públicos encargados de gestionar los fondos.
 
ENISA
 
La iniciativa pública de ayuda a startups más conocida es ENISA, una empresa dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. Aporta financiación mediante préstamos participativos en los que no se requieren avales ni garantías, pues la garantía es la propia rentabilidad del proyecto. El importe proporcionado a cada proyecto va de los 25.000 euros a los 1,5 millones, con un vencimiento a largo plazo.
 
Tiene varios instrumentos, entre los que destaca la Línea Jóvenes Emprendedores, a la que solamente pueden optar empresas creadas por menores de 40 años y que tengan menos de dos años de vida. En este caso, el rango de aportación está entre los 25.000 y los 75.000 euros.
 
Cuenta además con otras tres líneas que ofrecen una financiación más amplia. Las ayudas Emprendedores se dirigen a empresas en las primeras fases de vida y pueden llegar a los 300.000 euros; la Línea Competitividad está enfocada a una mejora competitiva de sistemas productivos y/o cambio de modelo productivo y puede alcanzar los 1,5 millones. Por último, la Línea Agenda Digital apoya la puesta en marcha y desarrollo de proyectos empresariales en el ámbito de las TIC.
 
En total, el fondo dispone este año de un presupuesto de 82,6 millones, que ha bajado respecto al del ejercicio pasado. Como ha explicado Alberto Moratiel, responsable de Relaciones Institucionales en ENISA, recibe la dotación en abril o mayo, por lo que la fecha idónea para presentar un proyecto es de marzo a principios de septiembre.
 
Las startups tienen que tener al menos el mismo capital que la cuantía del fondo que piden, aunque este requisito se rebaja hasta el 50% del importe solicitado en el caso de las ayudas a jóvenes. Una vez que se realiza la solicitud del préstamo, se tarda unos dos meses en obtener la respuesta de aceptación o denegación. El ratio de aprobación es de alrededor del 70%.
 
CDTI
 
El Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) depende del Ministerio de Economía, en concreto de la Secretaría de Estado de I+D+I y cuenta con un amplio abanico de líneas de apoyo a la creación y consolidación de empresas innovadoras y de base tecnológica, así como a proyectos empresariales específicos. Las distintas ayudas se estructuran en función de la etapa en la que se encuentre la empresa y su tamaño.
 
Algunos de sus instrumentos son subvenciones, es decir son a fondo perdido. Es el caso de INNVIERTE, dirigido a capitalizar pymes en colaboración con fondos privados de inversión de capital de riesgo, es decir, CDTI cofinanza junto a socios. Se trata de la línea más rápida y ágil, según Luis Maeso, técnico en el Departamento de Energía, Transporte, Fabricación, Construcción y Sociedad Digital de la Dirección de Promoción y Cooperación del organismo. Para poder acceder a estas ayudas, las empresas tienen que estar en fase temprana o en fase de expansión.
 
Otra línea de subvención que no exige garantías es NEOTEC, la más conocida. Está dirigida a nuevas empresas cuya estrategia de negocio se basa en la tecnología y se articula a través del BOE. Aporta un 70% del capital de la empresa, hasta un máximo de 250.000 euros.
 
Los requisitos que se exigen a las startups es que tengan menos de cuatro años y más de seis meses de vida. Se pide en una primera fase un resumen ejecutivo y posteriormente, en una segunda fase un plan de empresa del que CDTI evalúa el análisis financiero, el mercado al que se dirige, la tecnología y los promotores de la iniciativa.
 
Por otro lado está EUROSTARS, enfocada a la internacionalización. Se trata de un programa de apoyo las pymes intensivas en I+D en el desarrollo de proyectos trasnacionales orientados al mercado en el que CDTI solamente aporta dinero, no se encarga del proceso.
 
Además, el CDTI ofrece otras líneas de financiación en las que una parte no hay que devolverla. El porcentaje exento de devolución es generalmente del 15%, aunque en algunos casos puede llegar al 30%. Son la Línea Directa de Innovación y de Proyectos de I+D.
 
Horizonte 2020
 
Horizonte 2020 o H2020 es un programa que financia proyectos de investigación e innovación de diversas áreas temáticas en el contexto europeo. Se gestiona desde Bruselas a través de ESAME y son subvenciones a fondo perdido, aunque sus requisitos son muy exigentes pues el objetivo es “acelerar en fases a las empresas que lleguen a ser líderes en su mercado en Europa”, explica Luis J. Guerra, Spanish Delegate de H2020 SME.
 
La idea es emular a EEUU y que pequeñas empresas puedan convertirse en grandes compañías punteras.
 
La ayuda se divide en dos fases. La primera está orientada a analizar la viabilidad del negocio y ofrece una subvención de 50.000 euros y tres días de business coaching; mientras que para la segunda, que puede aportar a una startup de 500.000 euros a 2,5 millones, hay que demostrar la viabilidad del negocio.
 
Una vez solicitada la línea en el portal de participante de H2020, cuatro evaluadores independientes que no tienen interacción con las empresas durante el proceso califican el proyecto en tres ámbitos: excelencia, impacto e implementación. Hay mucha competencia, por lo que se requiere una puntuación muy elevada.
 
Para estar entre las seleccionadas, una empresa tiene que tener desarrollado el I+D y el producto, que debe estar ya en pequeños mercados. Debe además conocer muy bien el mercado y la competencia y explicar qué valor añadido se ofrece frente a los ‘rivales’ del sector y dedicar mucho tiempo a la preparación de la solicitud.
 
El ratio de aprobación de solicitudes es muy bajo debido a la alta demanda: menos de un 10% en la primera fase y apenas un 5% en la segunda. Sin embargo, Guerra aconseja insistir tras la denegación de la ayuda, pues el porcentaje de empresas que lo consiguen al segundo o tercer intento es elevado.
 
El CDTI ayuda a prepararse para este proceso, además de ofrecer líneas de financiación a empresas que han cumplido con el rango mínimo de puntuación exigido por H2020 pero que aún así se han quedado ‘en la cuneta’.
 
ICEX
 
El ICEX es una entidad dependiente de la Secretaría de estado de Comercio del Ministerio de Economía. Promueve la internacionalización de las pymes, entre ellas a las orientadas al sector tecnológico, pero no ofrece ayudas económicas, e incluso cobra por realizar algunos servicios.
 
Su apoyo va más bien enfocado al terreno formativo y estructural, pues dispone de cien oficinas económicas y comerciales por todo el mundo para fomentar la expansión de empresas españolas. Estas oficinas pueden facilitar, entre otras cosas, agendas de contactos.
 
Desde la sede central en España, pueden apoyar a las empresas en el diseño del plan de internacionalización, además de organizar eventos orientados al networking. Las startups tendrían que tener ya, en este caso, cierta madurez y nivel financiero, pues tendrán que afrontar, entre otras cosas, costes de desplazamientos.
 
Además, cuenta con el programa Spain Tech Center (STC), una plataforma para empresas tecnológicas españolas en Silicon Valley para facilitar la mejora de la capacidad innovadora, así como a promocionar y a poner en valor la tecnología española en el mercado estadounidense.

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