No es oro todo lo que reluce en Suecia: sus médicos se levantan contra el devenir de la sanidad pública

Sanidad pública

No es oro todo lo que reluce en Suecia: sus médicos se levantan contra el devenir de la sanidad pública

Estetoscopio

Los profesionales sanitarios suecos saldrán este domingo a la calle para frenar unas condiciones laborales donde “el personal vuelve a casa en llantos tras turnos descomunales”. España y Suecia tienen algo más en común que las películas de José Luis López Vázquez persiguiendo a suecas por las playas españolas con el boom del turismo nórdico. Si los sanitariosespañoles llevan numerosas años denunciando la situación que se vive en la sanidad pública, los médicos y enfermeros suecos también han dicho basta ante el escenario que se está abriendo en su sistema sanitario.
 
“El sistema sanitario en Suecia ha adoptado en las últimas décadas una orientación mercantilista y ha tomado prestados los sistemas de producción de la industria, lo cual ha ocasionado un sistema fragmentado donde el clima laboral no es aceptable”, denuncia el personal sanitario de Suecia en un manifiesto recogido y apoyado por la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública de Madrid.
 
La Marea Blanca ha llegado al suelo nórdico. Y este 4 de septiembre los profesionales suecos se lanzaran a la calle bajo el lema de “Otro sistema de cuidados es posible”. Una convocatoria a nivel nacional en la que ya se han sumado más de 20 localidades con el fin de defender “el derecho de nuestros pacientes a una sanidad igual para todos”.
 
El ideal de las condiciones laborales y de los servicios públicos en Suecia –del que la política española tanto se fija- se ha derrumbado para los médicos y enfermeros del gélido país. “El personal sanitario es obligado a trabajar turnos agotadores sin posibilidad para poder recuperarse y con una presión asistencial cada vez más pesada. El número de camas no es suficiente y nuestros pacientes son transferidos entre unidades cada vez con mayor frecuencia como en un tiovivo, a la caza de una cama donde poder ser atendidos”, asevera el colectivo sueco. Un diagnóstico que coincide con lo denunciado en las últimas fechas por los profesionales españoles.
 
A pesar de que la Marea Blanca está formándose en Suecia, el escenario no es nuevo: “Llevamos años luchando para señalar las deficiencias de cada propuesta de racionalización y sus consecuencias, pero se nos ha rechazado constantemente. Ahora nos enfrentamos a un sistema sanitario donde el personal vuelve a casa en llantos tras turnos descomunales y donde se trabaja hasta caer enfermo por la carga laboral”.
 
Si los trabajadores españoles denuncian un sistema que les trata de manera deficiente donde, por ejemplo, llega las “20:00 de la tarde del último día del contrato y aún, ningún responsable se ha dignado a ponerse en contacto directo con la mayoría de nosotros” para saber si se les renueva dicho contrato diario, en Suecia la situación no varía tanto: “Al personal se le fuerza a trabajar en condiciones inaceptables. Exigimos más recursos para sanidad y el fin de los recortes para desarrollar nuestra actividad de forma aceptable. Exigimos un liderazgo cercano, que asuma su responsabilidad y proporcione un clima laboral donde no sigamos cayendo enfermos. Exigimos ser tratados como participantes y no como una cifra en un programa. Ya estamos hartos”.
 
Unos recortes y una mala gestión que se hace notar en las democracias nórdicas donde lo privado, como sucede en España, toma cuerpo gracias a lo público, tal y como recuerdan desde Suecia. “No existe ninguna falta de personal y tanto el cierre de camas como el uso de personal y gestión privada se detendría si la gestión pública se llevara a cabo de forma seria. La realidad es que el sistema sanitario público se ha convertido en un empleador tan pésimo que el personal no está interesado en trabajar para él”, incide el comunicado.  
 
Es por ello que los sanitarios suecos saldrán a la calle este próximo domingo para poner punto y final al camino que está cogiendo su sanidad pública donde las coincidencias con el escenario de la sanidad pública española son plenas. “Queremos ir a trabajar sin tener que preocuparnos si será en este turno en el que alguien acabará herido de gravedad”, concluye el manifiesto que han redactado y firmado 81 profesionales suecos. 

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