La voracidad del BCE: uno de cada cinco bonos empresariales que compra, con rentabilidades bajo cero

Deuda

La voracidad del BCE: uno de cada cinco bonos empresariales que compra, con rentabilidades bajo cero

Sede del BCE

Desde su puesta en marcha en junio, el BCE ha comprado 13.200 millones en bonos corporativos, con rendimientos entre el -0,3% y el 3%. El pasado mes de junio, el Banco Central Europeo (BCE) irrumpió como un elefante en una cacharrería en el mercado de renta fija empresarial, al sumar los bonos corporativos a sus agresivas compras de deuda. En sus esfuerzos por reanimar la economía europea, la institución que preside Mario Draghi está demostrando que va a por todas, hasta el punto de que al menos uno de cada cinco bonos empresariales que compra le supondrá una pérdida de dinero si lo conserva hasta el vencimiento.
 
En concreto, un 20% de los 10.400 millones de euros en bonos corporativos adquiridos entre el 8 de junio (cuando se inició el programa) y el 15 de julio tenía rentabilidades negativas. Desde esta última fecha, la institución ha adquirido algo menos de 3.000 millones de euros en títulos, en los que más que probablemente también se encuentren rendimientos bajo cero.
 
Las rentabilidades de los bonos adquiridos van desde el -0,3% hasta un 3%. La deuda con rendimiento negativo comprada por el BCE normalmente se corresponde con títulos con vencimiento en los últimos cuatro años emitidos por empresas de alta calificación o apoyados por el Estado.
 
La institución ha celebrado que la emisión de nueva deuda por parte de los grupos empresariales “repuntó claramente desde el anuncio del programa” en marzo y sobre todo en el segundo trimestre, cuando se iniciaron las operaciones. Sin embargo, al mismo tiempo ha despertado ciertas inquietudes de que esté hundiendo demasiado las rentabilidades, dejando de reflejar el riesgo de impago por parte del emisor, debilitando la disciplina del mercado y contribuyendo a la creación de una nueva burbuja.
 
La compra de deuda corporativa se efectúa tanto en los mercados primarios (en el momento de la emisión) como secundarios (en manos de otros inversores), y apunta a facilitar la financiación de las empresas y a dar impulso a la actividad económica y alejar el riesgo de deflación.

Más información