Polémica y acciones

Transiciones

Polémica y acciones

Política transicional

Lo cierto es que los escenarios políticos se mueven. Y es de esperar que la acción, también. La polémica está planteada. Los retos prácticos, también. A tirios, troyanos …¡y otros! Gurúes y analistas han hablado. Y el nuevo hegemón militar venezolano avanza. No se sabe para dónde, aunque se intuye; pero, avanza. Y hay que estar atentos.
 
La MUD y la AN adelantan tímidas acciones. Aún no expresan una intención de cambio. Los sectores partidarios de una transición –sea a la democracia o al mercado- se desperezan y encuentran vías. Mientras, el país sigue su ruta al foso.
 
Lo cierto es que los escenarios políticos se mueven. Y es de esperar que la acción, también.
 
El hombre del “Guión Dieterich”, cartilla de los intelectuales del sistema (eso incluye a la MUD conocida, ciertos sectores de la Iglesia y aliados externos) reclama militares “fundacionales” del chavismo y la participación china, para una transición… ¡a la china! Eso, con recordatorios sibilinos del General Baduel (recuerden que la gente se acuerda de Santa Bárbara solo cuando truena). Para Dieterich, con la acción de Padrino López y similares, sin cambios, muere el sistema. Y eso, claro que  preocupa: a los factores de poder internacionales ligados al régimen o interesados en la “manguangua” venezolana, intelectuales orgánicos del sistema, negociantes políticos de toda laya y la nomenklatura del “business electoral”. El “negoción” se puede caer.
 
Eso mueve las probabilidades (y las acciones) a favor del diálogo, táctica beneficiosa al régimen. Hemos dicho que muy diversos escenarios están planteados y que los analistas no están de acuerdo sobre cuáles y sus probabilidades de ocurrencia. Hay incertidumbre creciente. Y mientras tanto, el diálogo y la perpetuación del régimen se cuelan entre la displicencia de unos y la complacencia de otros.
 
Eso debería mover la fibra opositora. De la MUD –nominalmente opositora- y de los radicales democráticos. Podrían tener, incluso, aliados impensables antes. Una recomposición política debería tener partidarios en todos los que creen en ella. La política no es monopolio de la oposición. Para Carlos Blanco –que conoce la izquierda- en el régimen hay disensiones, traiciones, etc.
 
Lo cierto es que la oposición (¿o es la nación?) busca un liderazgo transicional. Pase lo que pase, lo disputará con Padrino López, quien representa otro liderazgo transicional. No son los mismos. A la oposición (aquí no hablo de la MUD) y al país le interesan la transición política y la económica. A Padrino, solo la económica. Y eso, solo en un escenario de inviabilidad del modelo político actual, lo cual procurarán evitar. Su apuesta es totalitaria, pese o opiniones –más bien parecen una declaración de amor- como las de Rafael Poleo.
 
¿Cuál debería ser la actuación de una oposición seria y con autoestima ante un régimen que de toda evidencia aspira mantenerse, sea como sea? Solo para provocar la reflexión –y la acción- nos lo hemos preguntado insistentemente en redes los últimos días, pero lo hemos venido respondiendo por este medio en los últimos años.
 
La transición –la de verdad, no un cambio de caras o partidos- debería comenzar ya. Con la creación de condiciones transicionales. Pasar de la idea de cambio –que hay que tenerla, y muy precisa- a las luchas –no a la próxima elección- y a la articulación de ellas. Ahí podremos hablar de lo demás.
 
Santiago José Guevara García
Valencia, Venezuela
[email protected] / @SJGuevaraG1

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