Clinton avanza hacia el fin de las primarias sin conseguir atraer a los ‘Sanderitas’

Primarias EEUU

Clinton avanza hacia el fin de las primarias sin conseguir atraer a los ‘Sanderitas’

Hillary Clinton, candidata del partido Demócrata en las primarias de EEUU

La exsecretaria de Estado y el senador por Vermont se reparten las victorias en las primarias celebradas anoche sin que la favorita consiga ampliar su base de votantes Las primarias demócratas continúan avanzando hasta la Convención Nacional que el partido del burro celebrará en Filadelfia el próximo 25 de julio sin cambios significativos sobre el rumbo previsto. Y es que ya van varias semanas en los que a la gran favorita, Hillary Clinton, le basta con evitar un cataclismo para asegurarse la nominación.

Así, resultados como el de anoche, en el que la exsecretaria de Estado se hizo con la victoria por la mínima en Kentucky, mientras perdió por menos de 10 puntos en Oregon, sirven para acercarla aún más a ese objetivo de la nominación que ya es tan sólo intermedio. Así, el 55,4% y 46,3% de los votos que Sanders logró anoche en Oregon y Kentucky respectivamente, podrían parecer mejores resultados de lo que, en realidad, son.

En contra de esa primera impresión según la cual los resultados de Sanders serían claramente mejores que el 44,5% y 46,8% logrados por Clinton en Oregon y Kentucky, respectivamente; fue la exsecretaria de Estado quien se acercó más hacia la meta. El motivo es que el senador por Vermont se está quedando cada vez más lejos de los porcentajes que necesitaría acumular en los Estados que aún quedaban por votar para darle la vuelta a la contienda.

Y, por eso mismo, dicho porcentaje no deja de crecer. Tanto es así que pronto será imposible matemáticamente para Sanders lograr la victoria. Es más, de acuerdo a las proyeccciones y patrones de voto demográfico, es mas probable que sea la exsecretaria de Estado quien vea crecer su distancia en las primarias que aún quedan por disputarse. En realidad, ya sólo las del 7 de junio, más un caucus en Puerto Rico el 5 y la ‘clausura’ en Washington D.C. el 14 de ese mismo mes.

Pese a que Clinton ya no está destinando casi recursos a estas últimas elecciones primarias y a que, en teoría, se están disputado en un terreno más favorable para Sanders, la exsecretaria de Estado ha conseguido alguna victoria como la de ayer en Kentucky. Un resultado que, dado el sistema de reparto proporcional, tiene un efecto sobre todo simbólico; más aún cuando se impuso tan sólo por un margen de un 0,5% de los votos.

Una exigua distancia que hizo que fuese declarada ganadora «no oficial» por parte de las autoridades electorales locales y que puede hacer que pasen días hasta que lo sea de forma oficial. Pero que, en gran medida, ayuda a desplazar las dudas sobre su candidatura hacia la de su rival.

Por ello, son cada vez más las voces que se cuestionan si realmente tiene sentido la persistencia de Sanders en mantener su disputa por la nominación; sobre todo, cuando su larga carrera no está sirviendo para cauterizar las heridas entre los diferentes bandos de seguidores demócratas. Incluso hay momentos en los que está pareciendo servir para lo contrario.

Así, este mismo fin de semana, seguidores del senador por Vermont saltaron al primer plano de la actualidad al difundir por Internet el número de teléfono móvil de la presidenta del partido demócrata en Nevada, Roberta Lange, quien recibió amenazas de muerte contra ella y su familia. El motivo fue que al celebrarse la convención del Partido Demócrata en dicho Estado, se dio una disputa en torno a los reglamentos cuando los seguidores de Sanders consideraron que no estaban recibiendo un trato justo y se le estaban negando delegados que le correspondían.

En último término, estamos ante una muestra de que el equipo de campaña de Clinton todavía no ha dado con la fórmula para seducir a los votantes desencantados con ‘el sistema’. Y se le está acabando el tiempo si quiere que estos no basculen sin solución de continuidad entre Sanders y Trump.

Más aún cuando la exsecretaria de Estado ha incurrido en errores puntuales durante estos días como hacer campaña asegurando que su marido Bill Clinton se haría cargo de revitalizar la economía. Y es que, como han señalado algunos asesores demócratas, la figura del expresidente podría perjudicar sus posibilidades de vencer a Donald Trump, por el contraste de Bill con la paradójica imagen del multimillonario como hombre contra el sistema.

Por ello, Clinton y el ‘establishment’ demócrata deberían aprovechar estas semanas que aún les quedan de primarias para escuchar la oportunidad que Sanders les ofrece de redefinir la plataforma electoral demócrata. Se trataría de conseguir llegar también a esos votantes desencantados que sí se ven representados por la candidatura del senador por Vermont.

«Es necesario que el liderazgo demócrata entienda que el mundo político está cambiando y que millones de estadounidenses están indignados con las políticas económicas del sistema. El Partido Demócrata tiene una elección que hacer: abrir las puertas a quienes quieren luchar por el cambio real o mantener el ‘status quo'», afirmó Sanders en este sentido, en un comunicado que emitió tras los incidentes del fin de semana.

Un aviso que de no ser escuchado, como ya sucedió entre los republicanos, podría dar alguna sorpresa al ‘establishment’ demócrata. Y es que si bien la posibilidad de que Trump pueda vencer en una carrera presidencial se antoja a priori disparatada, dada la enemistad que se ha ganado ante grupos de población cada vez más importantes como los de las minorías raciales; la fuerza de la indignación se está demostrando decisiva en este ciclo electoral.

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