Ambos líderes han conversado durante 25 minutos para establecer sus prioridades: Sánchez se cierra al PP y busca formar un «Gobierno progresista» e Iglesias destaca la emergencia social y la plurinacionalidad. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, y de Podemos, Pablo Iglesias, han mantenido su primera conversación tras las elecciones generales. Según han informado ambos partidos, los dos líderes han hablado durante 25 minutos y han coincidido en que se encuentran ante un momento histórico crucial. Para Pedro Sánchez, el actual escenario significa que los españoles han votado “cambio, izquierda y diálogo”, y se ha reafirmado en un ‘no’ del PSOE al PP de Mariano Rajoy. Según su análisis, corresponde al PP intentar Gobierno, y si no lo hace, Sánchez asegura que «asumirá la responsabilidad de intentar formar un Gobierno progresista«.
Pablo Iglesias, por su parte, destaca del actual panorama la necesidad de que el Parlamento actúe inmediatamente para aprobar una ley de emergencia social. Por otro lado, insiste en la “necesidad de acometer cambios constitucionales que aseguren la protección de los derechos sociales y medioambientales”, la independencia judicial, la reforma del sistema electoral y la prohibición de las puertas giratorias, como ya había expresado con anterioridad.
Y en tercer lugar, Iglesias recupera el punto más polémico de cara a un posible pacto con el PSOE: señala la importancia de “entender la plurinacionalidad de España y la necesidad de nuevos encajes territoriales que faciliten la unidad de nuestro país en la diversidad, incluyendo que se celebre un referéndum en Cataluña.
Entre estas dos posturas generales, que vienen a confirmar las declaraciones más recientes de ambos líderes, Iglesias y Sánchez se han emplazado mutuamente para “seguir dialogando en las próximas semanas”, según el líder de Podemos.
No obstante, esa conversación de 25 minutos también ha dado pie a Pedro Sánchez para fijar lo que él ha llamado como las “prioridades” del PSOE, que pasan por “consolidar una recuperación económica justa, con un nuevo Estatuto de los Trabajadores y una reforma fiscal progresista” y por un pacto educativo, por la cultura y la ciencia.
También prioriza “acabar con la desigualdad: universalizar la sanidad, reactivar la dependencia, stop desahucios, ingreso mínimo vital para acabar con la pobreza infantil”, además de un pacto contra la violencia de género.
Sánchez también aboga por reconstruir el Pacto de Toledo y una reforma constitucional pero, frente a la propuesta por Podemos, encaminada a proteger el “derecho a decidir de todos los españoles su propio futuro sin romper la soberanía nacional”: “Queremos que los españoles voten un nuevo acuerdo, no la ruptura”, ha respondido Sánchez. También propone flexibilizar los objetivos de déficit fijados para España.
Tras pedir unas “conversaciones para la nueva mesa con un mandato claro” de reforma del reglamento del Congreso y más cauces para la participación democrática, Sánchez también ha concluido que ha quedado en “seguir hablando” con el líder de Podemos.
