Madina ahora

Opinión

Madina ahora

A Rubalcaba le mueven tanto la silla que ya se cansa de estar de pie. El problema principal de Rubalcaba para liderar la oposición es que se parece a Rubalcaba y tiene detrás la sombra del poder que le impide ejercer la oposición en libertad, ha pasado demasiado tiempo en los bancos azules como para ir de jacobino revolucionario que aspira a cambiarlo todo. Pero nadie en el PSOE controla mejor el partido desde dentro y es posible que hasta dentro de unos años no sean capaces de entender que el mérito de Rubalcaba no fue intentar ganar las elecciones sino conseguir que el PSOE no se viniera abajo después de Zapatero que lo llenó de contradicciones cargadas de progresía de scout.

Carme Chacón intentó irrumpir en la secretaría general pero escogió un mal día para subir a la torre: calculó mal, se pasó de impulso y se tuvo que dar la vuelta con la escalera de trepar entre la hiedra. En Sevilla se cerró ese capítulo pero en ningún caso se acabaron los movimientos de sillas y ahora Eduardo Madina pierde el sentido del pudor para retar en campo abierto a su actual secretario general.

Rubalcaba va a aceptar el duelo y entonces pueden pasar dos cosas, la primera que gane Madina y la segunda que vuelva a triunfar Rubalcaba. En el primer caso Madina, (que no es el jovencito candidato que nos quieren vender porque ya tiene trienios en el PSOE), se va a encontrar con una situación interna catastrófica que se lo puede tragar como un agujero negro. Y si volviera a ganar Rubalcaba los críticos no tendrían otra opción que empezar a plantearse crear otro partido político. Si es por el peso de la tradición y la experiencia ya tenemos claro quién puede triunfar en este combate. Pero hay una tercera opción y sería dejar a Rubalcaba en categoría de “reina madre” tal y como Aznar colocó a Fraga tras el congreso de Sevilla.

El problema no es tanto que venga Madina si no que se quiera marchar Rubalcaba, el debate de renovación de caras siempre ha sido un entretenimiento para no iniciados. Lo más probable es que Rubalcaba esté hasta las narices de tanto bailón y termine por decir ahí os quedáis con Griñán cuidando el patio, en ese caso veríamos que la silla continua moviéndose porque Chacón, Patxi López y otros adictos al “Mira Quién Baila” no iban a resistirse a la tentación de dar unos pasitos en la pista encerada.

Madina es el chico pero otros son los problemas como dice Rubalcaba. Ya pasó el tiempo de los grandes carteles en La Gran Vía, ahora las películas se promocionan de otra manera porque las salas como las urnas han bajado en seguidores. La crisis no sólo la tienen en los Renoir.

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