Rouco, Papa

Con toca y a lo loco

Rouco, Papa

¡Ay, Ay, Ay! Era medio día más o menos cuando nos convocó la madre superiora a la capilla. Con el nerviosismo propio del momento nos dijo: “el Papa ha dimitido. Vamos a rezar por él y por el santo Padre que venga, que esperemos sea nuestro cardenal y arzobispo Rouco”. Casi se me cae la toca del susto. Nos pusimos a rezar, aunque con poca devoción, todo sea dicho, por el impacto del momento. Unas hermanas lloraban. Otras no estaban tan tristes porque no son muy de este Papa; dicen que es un carca. Cuando salimos de la capilla pude escaparme un momento para repasar la historia. Hace 600 años que no dimitía, bueno yo diría mejor renunciar, pero como la madre superiora hablo de dimitir, lo dejo así, que no dimitía un Papa. Fue a principios del siglo XV. Muy mal se tiene que haber visto el pobrecito para adoptar esta decisión. Aunque también hay que reconocerle una gran valentía por haber dado el paso. Dice la hermana Virginia que a ver si algunos toman buena nota y hacen lo mismo, que ya va siendo hora de dejar paso a los jóvenes. No sé a quién se referirá.

Me ha extrañado que Benedicto XVI anunciase la fecha y la hora de su renuncia. Ha dicho que será a las ocho de la tarde del día 28. Más o menos la hora del rezo de Vísperas. Buscando pistas he acudido al libro de las horas para ver lo que rezaremos ese día, seguro que el Santo Padre también, y he anotado algunas estrofas de los himnos que me han llamado la atención: “libra mis ojos de la muerte; dales la luz que es su destino. Yo, como el ciego del camino, pido un milagro para verte…¿Altivez? ¿Honores? Torres ilusorias que el tiempo derrumba. Es coronamiento de todas las glorias, un rincón de tumba. ¡No me des siquiera coronas mortuorias”!.

Tengo que confesar que me ha extrañado mucho, a otras hermanas también, especialmente a sor Virginia, la petición que ha hecho la Madre Superiora para que recemos por Rouco, quiere que sea Papa. Dice Virginia, que es la más díscola y un poca mal hablada a veces, que la superiora se “ha salido de madre”. Y todas nos hemos puesto coloradas y más nerviosas todavía. Dice que Rouco es ya muy mayor. Pero yo, que había repasado un poco las fechas, me he dado cuenta de que Benedicto XVI fue elegido Papa cuando tenía 78 años, mientras que Rouco tiene solo 76. Ósea que eso no es un impedimento. Otra cosa es que los otros cardenales le quieran como jefe, o no. Dice sor Virginia que Rouco es un obseso del poder, que solo vive por y para el poder. ¡Santo Dios, que monja tan rebelde!. Dice también que sus monaguillos, los de Rouco, ya han comenzado la campaña. Argumentan que puede ser un buen Papa de transición (eso es no conocerle, dice sor Virginia) y puente entre Europa e Iberoamérica, donde se concentran el mayor número de católicos del mundo. Si Rouco fuese elegido sería otro Papa europeo, no habría una ruptura traumática, pero al mismo tiempo se haría un giño al mundo hispano.

Dice sor Virginia que habrá que estar muy atentos a lo que digan sus diáconos y monaguillos, en sentido figurado, bien situados en los medios que controla su eminencia, como la COPE, 13 Tv o el Alfa y Omega. Digo yo, que si Rouco se va Roma, se puede llevar con él a la Madre Superiora. No es que la tenga manía, pero es que también gusta de mandar mucho y, a veces, mal. Uy que Dios me perdone, se me está contagiando lo de Virginia. Voy a confesarme. Padre Rouco, me acuso de…

Sor Intrépida

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