Banco de España: aquellos polvos, estos lodos

La oreja indiscreta

Banco de España: aquellos polvos, estos lodos

La Oreja Indiscreta

¡A buenas horas mangas verdes! claman en los cenáculos, tertulias y despachos alfombrados de bancos, entidades financieras y ministerios. Y bien: Fernández Ordoñez, Miguel Ángel y Segura Sánchez, Julio; presidentes, respectivamente, del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores cuando ocurrió la cosa (salida de Bankia a Bolsa) investigados por la Audiencia Nacional. Y junto a ellos sus principales colaboradores: Herrera García-Canturri, Mariano; Comín Rodríguez, Pedro, y González González, Pedro (por el Banco de España), y Restoy Lozano, Fernando (por la CNMV) también.
 
¡A buenas horas mangas verdes! claman en los cenáculos, tertulias y despachos alfombrados de bancos, entidades financieras y ministerios. Porque todo lo que ocurre ahora, llega tarde, mal y sin remedio: cuando el desastre de nuestra crisis financiera, especialmente la quiebra de nuestro sistema de cajas de ahorro, ya se ha consumado. Ahora solamente queda llorar y pagar por la leche derramada. “Y exigir responsabilidades políticas” me dicen. ¡Claro! para eso la necesidad de esa Comisión de Investigación que ahora solicita deprisa y corriendo (menuda paradoja) el PSOE en el Congreso de los Diputados y por donde tendrán que comparecer militantes tan cualificados suyos como: Rodríguez Zapatero, José Luis; Solbes Mira, Pedro, y Salgado Méndez Elena. Porque todos sabemos que la decisión de crear Bankia fue una decisión política, “de Estado” como ha confesado de Guindos Jurado, Luis.
 
Pero la cuestión está en averiguar ¿desde cuándo el Banco de España viene haciendo mal las cosas? Porque quizá, hasta ese momento procesal oportuno nos tengamos que retrotraer para determinar las responsabilidades penales y políticas de este auténtico latrocinio consumado a la nación. Y, reflexionando sobre estas cuestiones, ha sido cuando esta Oreja ha recordado un incidente que viene a demostrar que todo esta Inspección del Banco, antes emisor y ahora solamente controlador, venía pinchando en hueso desde mucho tiempo atrás. Una de las personas citadas que tendrá que comparecer ante el magistrado Fernando Andreu en las próximas semanas, capicúa en sus apellidos: González González, Pedro, ya lo hizo en su día, primavera de 2013, como testigo ante el entonces magistrado Elpidio Silva, por ser él, el Inspector del Banco de España que elaboró el Informe en 2009 que justificó la concesión del crédito especial que un año antes Caja Madrid, entonces presidida por Blesa de la Parra, Miguel, concedió a Díaz Ferrán, Gerardo. En aquel entonces fueron unos créditos de 24 millones de euros, autoconcedidos por Caja Madrid (Díaz Ferrán era consejero de la Caja) cuando su grupo de empresas ya estaba quebrado. La responsabilidad de Fernández Ordóñez, Miguel Ángel, al no haber evitado la quiebra de las cajas de ahorros en general y de Caja Madrid en particular, quedó en evidencia cuando González González, Pedro, reconoció, en el interrogatorio que le realizó Elpidio Silva, que si hubiera sabido entonces lo conocido con posterioridad (situación de las empresas de Díaz Ferrán y procedimiento irregular en la concesión de los créditos por parte de Caja Madrid) le hubieran “temblado las piernas” y “estaría aterrado” por “haberse comido esos créditos”.
 
La pregunta, entonces, es ¿cuántas veces más erró la Inspección del Banco de España?                    

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