¡Mira cómo tiemblo!

Elecciones Generales

¡Mira cómo tiemblo!

Diego Carcedo

Creíamos que después de cuarenta años de democracia el miedo había desaparecido entre los españoles cuando se trata de política. Pero estábamos equivocados. Creíamos que después de cuarenta años de democracia el miedo había desaparecido entre los españoles cuando se trata de política. Pero estábamos equivocados. Parece que no es así o al menos así lo ve Pablo Iglesias quien atribuye al miedo el resultado de las elecciones del domingo. Miedo, ¿a qué? Pues según él, a su partido, a Podemos, el conglomerado que agrupa. Es extraño, desde luego.

Es extraño que a estas alturas, con la libertad que se disfruta –aunque sea mejorable-, sin presos políticos como ocurre en Venezuela o Cuba, con prensa libre y televisiones proclives a diferentes tendencias, aún haya quien tenga miedo, por ejemplo a la hora de votar. Y más extraño es aún que uno de los líderes reconozca – yo creo que equivocadamente – que él mismo da miedo a los ciudadanos. ¡Mira yo cómo tiemblo!

Los políticos cuando pierden unas elecciones o no obtienen los resultados que soñaban buscan explicaciones variadas para justificar su fracaso, pero tan peregrina como la del señor Iglesias tengo que reconocer que no he escuchado ni leído ninguna, y eso que he tenido la suerte de asistir a elecciones por todo el mundo, desde países tan democráticos como los Estados Unidos o la India hasta en dictaduras encubiertas como en Filipinas.

He preguntado a algunas personas, mayormente de mi entorno esa es la verdad, si habían votado con miedo a algo y nadie me lo confirmó. La gente votó conforme a sus ideas, a su conciencia o a sus intereses, pero ¿por miedo? Hombre, eso asusta un poco. A mí, personalmente, Pablo Iglesias y su conglomerado de partidos y confluencias repito que no me atemorizan. Para nada. . Otra cuestión es que a muchas personas ni les guste ni su programa ni sus principios ni su propio talante.

Y Podemos, con Pablo Iglesias a la cabeza, gusta a bastantes votantes. Yo tengo amigos y familiares que lo hacen y nadie que me conste se mete con ellos por haberles votado. ¿Por qué entonces Pablo Iglesias tiene que meterse con los que no le votaron poco menos que acusándoles de cobardes? Porque de cobardes es no votar a quien se desea. En cualquier caso, si él entiende que tanto su persona como las propuestas de su coalición, como los modelos que lo inspiran dan miedo a algunos a muchos según su criterio, pues ya sabe: a hacérselo mirar cuanto antes y si tanto él como sus compañeros consideran que están haciendo lo correcto, que la imagen que dan es la apropiada para que la gente no se sienta amenazada, pues nada… a conformarse con lo que hay.

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