La Habana ya tiene novio

Desde el Malecón con...

La Habana ya tiene novio

La Habana, después de tantos amoríos clandestinos, tiene novio. Se llama Bernard Weber y lo confirman sus públicas declaraciones de amor… El suizo Bernard Weber, presidente y fundador de New7Wonders, y sus millones de eficaces colaboradores votantes en todo el mundo pondrán nuevamente a La Habana en la mirilla de una notable selección: Una de las siete maravillas de la paz.

La experiencia más reciente, sellada para la historia con placa incluida, como una de las siete ciudades maravilla del mundo moderno, ha provocado ahora mismo un debate bien intenso entre quienes aprueban tal dictamen y a los que les ha parecido un disparate asignar tal categoría a una urbe que se cae a pedazos por falta de mantenimiento y remodelación de sus inmuebles, calles inundadas de agujeros y aceras que una vez lo fueron. Esto, a pesar, que la principal motivación era el carácter de sus gentes y no otra cosa.

Tal vez ahora aspirar a una de las Siete Maravillas de la Paz tenga mayor consenso y pueda entenderse mejor entre la población de la isla que de lo menos que quiere saber es de una guerra, de otra guerra.

Cualquier esfuerzo que se haga por la paz tendrá que ser bienvenido. En lo personal, he conversado con numerosos veteranos de guerra y hasta el momento muy pocos o ninguno está dispuesto a reeditar una guerra. Todo lo contrario, a evitarla. No hay mejores pacifistas que antiguos guerreros.

La anécdota narrada por Weber ante la prensa local fue ilustrativa cuando confesó haber caminado por las calles habaneras y comprobar que “para mí fue una maravilla ver (…) los cañones que estaban volcados hacia abajo en las calles. Eso es también un símbolo de paz”.

“Estoy convencido de que ustedes serían un candidato fuerte si llevamos a cabo esta campaña”, confirmó.

Esta ciudad capital es tranquila, es pacífica, en un área geográfica (Latinoamérica) donde están casi hablando la misma lengua nueve de las diez ciudades más peligrosas del mundo. Salir con marcha de paseo, distraído, observador de techos y paredes, botella de agua en mano por algún vecino caribeño, centroamericano o el propio México le puede provocar un susto a cualquiera.

La Habana, después de tantos amoríos clandestinos, tiene novio. Se llama Bernard Weber y lo confirman sus públicas declaraciones de amor…

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