Noviembre de transición… diciembre de definición

Especial XXIV Aniversario

Noviembre de transición… diciembre de definición

Natalia Aguirre Vergara, Directora de análisis y estrategia de Renta 4 Banco

Tras los importantes recortes sufridos entre agosto y septiembre en las principales Bolsas mundiales, del orden del 10%-20% en función del índice que analicemos, octubre y el inicio de noviembre se han caracterizado por un fuerte rebote en la renta variable. ¿Las razones? La materialización de los dos catalizadores que esperábamos que sirviesen de revulsivo a unos mercados en exceso castigados: ciclo económico y bancos centrales.

Empezando por el ciclo: los últimos datos macroeconómicos conocidos han demostrado lo que esperábamos, que el ciclo no está tan mal como algunos descontaban. El crecimiento global, aunque moderado, continúa adelante. El foco de mayor riesgo, China, se está estabilizando, una prueba de que sí estamos ante una desaceleración pero no ante la recesión que llegaron a descontar los inversores más pesimistas en los mínimos de septiembre. Y esta desaceleración del ‘Gigante Asiático’ es coherente con la progresiva transformación de su modelo de crecimiento, desde uno basado en la inversión y las exportaciones hacia otro más dependiente del consumo privado.

Por su parte, EEUU, pese a la debilidad mostrada por sus datos más recientes, mantiene un sólido ritmo de crecimiento de fondo, tal y como lo confirman un consumo privado fuerte y un mercado laboral que en el mes de octubre ha sorprendido claramente al alza en el ritmo de creación de empleo, llevando la tasa de paro a mínimos de 2008 del 5%. Mientras tanto, la Eurozona mantiene razonables tasas de crecimiento, con unos indicadores adelantados de ciclo (IFO, PMI) positivos pese a distintos factores en contra (escándalo Volkswagen, crisis de refugiados, desaceleración de emergentes…).

El segundo catalizador que necesitaban las Bolsas para recuperar posiciones también se está materializando: los bancos centrales seguirán apoyando aunque, eso sí, con una clara divergencia entre la Reserva Federal norteamericana (FED) y el Banco Central Europeo (BCE).

Recordamos que en su reunión del pasado 28 de octubre, la Fed restó importancia al contexto internacional y confirmó el buen tono de la demanda interna americana. Si añadimos a este discurso la fuerte creación de empleo en octubre, es evidente que la puerta está claramente abierta a una subida de tipos en próxima reunión prevista para el 16 de diciembre, con una probabilidad que según el consenso de mercado se sitúa ya en torno al 70%. ¿Es una buena o una mala noticia que EEUU empiece a subir sus tipos de interés? Bien, pues aunque es evidente que el inicio de subida de tipos comportará volatilidad adicional a los mercados, consideramos que es una buena noticia económica, por cuanto responde a la positiva evolución de la economía americana, con crecimientos del 2,5%-3% y un mercado laboral en pleno empleo, lo que justifica que su política monetaria vaya normalizándose. La clave está en que la subida de tipos sea moderada y gradual, y el nivel de tipos de llegada muy inferior a anteriores ciclos monetarios, precisamente porque tanto el crecimiento como la inflación se sitúan ahora en niveles bastante más reducidos.

Y, como adelantábamos, se confirma la divergencia entre la Fed y el BCE, viéndose obligado éste último a ampliar sus estímulos monetarios ante la imposibilidad de alcanzar su objetivo de inflación. Como ya vimos en la reunión del pasado 22 de octubre, el BCE está preocupado por su incapacidad para alcanzar la estabilidad de precios (inflación cercana al 2% a medio plazo). Esto deja la puerta abierta a nuevos estímulos monetarios (más quantitative easing) en su próxima reunión prevista para el 3 de diciembre. Y esta actitud más proactiva del BCE está también teniendo sus consecuencias en otros bancos centrales (China, Suecia, Japón…) que ya han aplicado o aplicarán más estímulos monetarios en los próximos meses para combatir una inflación demasiado baja.

Noviembre se dibuja, por tanto, como un mes de transición en los mercados financieros a la espera de las importantes decisiones que deberán tomar BCE y FED en el mes de diciembre. La macro, junto a la evolución de los mercados financieros (estabilidad financiera, no sólo de las Bolsas y bonos, sino también de las divisas), serán clave en lo que finalmente hagan la Fed (¿subida de tipos?) y el BCE (¿más QE?).

El escenario descrito (crecimiento económico moderado, favorables condiciones financieras) sigue siendo favorable para las Bolsas, pero con previsible volatilidad intermedia. Las caídas son para comprar: en términos relativos, las Bolsas siguen ofreciendo la mejor rentabilidad-riesgo, especialmente las desarrolladas. Y dentro de ellas, las europeas.

*Natalia Aguirre Vergara, Directora de análisis y estrategia de Renta 4 Banco

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