El Toro de la Vega

Sociedad

El Toro de la Vega

El Juzgado Contencioso Administrativo de Valladolid ha declarado nula la autorización del Toro de la Vega del año pasado. Llega tarde la sentencia. El Toro de la Vega, en Tordesillas, sigue dando que hablar, esperemos que por poco tiempo. Hemos observado que las críticas de dentro y de fuera y el horror que causa a muchas personas no cunden efecto. Las autoridades locales no han tenido lo que hay que tener para ponerle coto a semejante salvajada y siguen dando oxígeno a los morbosos para que sigan sin encontrar una forma más normal y menos sangrienta para divertirse.

Yo creo que deberían ser los votantes de Tordesillas los que en las elecciones municipales eligiesen a alcaldes y concejales con un sentido mayor de la sensibilidad de los ciudadanos y de la conveniencia de que los españoles vayamos quitándonos ante el exterior la imagen de salvajes con los animales que tenemos. Pero como no lo han hecho, han tenido que ser los tribunales de Justicia los que lo han tomado por su mano.

El Juzgado Contencioso Administrativo de Valladolid, considerando una denuncia de la organización Pacma, ha declarado nula la autorización del Toro de la Vega del año pasado. Llega tarde la sentencia porque en 2015 ha vuelto a autorizarse, esperemos que también haya sido ilegal, y que el año que viene no se repita. De momento la Justicia ha condenado a la Junta de Castilla y León por permitirlo.

Esperemos que ambas administraciones tomen buena nota y para el futuro adopten las medidas oportunas. El morbo personal, que cada cual lo disfrute en privado y sin molestar a nadie, ni la sensibilidad ajena ni tampoco el dolor innecesario de unos seres vivos, en este caso un toro al que cada año le cae la desgracia de ser elegido para que algunas personas disfruten con su sufrimiento.

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