Es una verdadera pena que aquella tertulia mítica de la Taberna del Alabardero de Madrid haya desaparecido. También en la política hay “jilis” de capirote sueltos y alguno, de manual. Luís Alberto Nicolás encabeza la lista en calidad de independiente del PSOE en el pequeño municipio cántabro de Merad y para demostrar que con él las cosas cambiarán en la gestión municipal, no ha tenido mejor idea que fotografiarse en pelota picada y plasmar su imagen en carteles desplegados por las calles del pueblo.
Ya, ya sé que es ridículo. En el PSOE dicen que ellos no sabían nada de tan solemne tontería y han instado a su candidato a suspender semejante idiotez. Porque, además de las dos fotos que ya ha difundido exhibiendo músculo y tapando sexo con una rosa – hasta para eso parece ser que es cursi –, una de frente y otra de perfil, tenía preparadas varias más para cuando comience oficialmente la campaña. Seguramente es porque se considera guapo y sexi.
Sin embargo no parece, según los que conocen aquella sociedad, que la iniciativa, por otra parte poco atractiva ni siquiera para quienes quieren morbo, vaya a proporcionarle los votos que ambiciona para poder descabalgar al PP del Ayuntamiento, después de treinta y seis años ininterrumpidos al frente. Pero si mostrar sus intimidades no le da votos, lo que sí es evidente es que el ridículo que protagoniza si está dando mucho qué hablar y provocando muchas sonrisas pícaras.
Es una verdadera pena que aquella tertulia mítica de la Taberna del Alabardero de Madrid haya desaparecido y, por lo tanto dejado de otorgar el premio al Bobo del Año porque en esta ocasión, Luís Alberto Nicolás sería un candidato indiscutible.
