Ciudadanos, la mejor opción política para los más ricos

Detrás de la cortina

Ciudadanos, la mejor opción política para los más ricos

El partido de Albert Rivera defiende una propuesta fiscal que favorece a las grandes fortuna y las élites profesionales Ha sido sorprendente. En los últimos días, Luis Garicano, el economista estrella de Ciudadanos, cuyas propuestas económicas fueron fundamentales para la consolidación de la imagen pública del partido de Albert Rivera se encuentra desaparecido en combate. Su actividad en twitter se ha reducido a la mínima expresión y ni siquiera estuvo en el acto preelectoral más importante de la semana para los narajas. La Convención Municipal con más de 1.000 candidatos.

De repente, el experto que aseguraba la viabilidad del cambio responsable, gracias a su acierto para diagnosticar los problemas de la economía española y proponer soluciones realistas, parece haberse convertido más en una pesada carga que en un activo para Rivera y los suyos. Y, aunque la situación quizá sea sólo temporal, es bastante simbólica.

Primero, como se han encargado de demostrar las hemerotecas, la veteranía de Garicano, su propia trayectoria, sus contactos y los ambientes en los que se ha movido le convierten en un blanco fácil para las críticas. No es fácil identificar a un economista que ha colaborado, por ejemplo, con la FAES o ha estado muy relacionado con instituciones promovidas por las grandes empresas españolas como Fedea, como un adalid de esa nueva política que los naranjas dicen defender.

Garicano tal vez no ‘sea casta’, pero se ha movido como pez en el agua por unos ambientes concretos y muchos de sus apoyos iniciales en las verdaderas clases medias se han sentido decepcionados al conocer unos cuantos datos del pasado del profesor. Y sus actuaciones son suceptibles de decepcionar a muchos electores potenciales de todo el arco político conocido. Hay quién asegura, por ejemplo, desde la derecha más liberal, que sólo se alejó del PP«porque no le dieron nada» o que se reunió con Mariano Rajoy para «aconsejarle que pidiera el rescate».

Sea como sea y aunque queda todavía un mes para las elecciones locales y autonómicas del próximo 24 de mayo, la pasada semana, Ciudadanos ha experimentado sus primeros tropiezos y ha frenado su meteórica carrera hacia el éxito por culpa, en parte, de Luis Garicano, el mismo fichaje estrella que le lanzó al éxito.

El resbalón ha sido súbito e inesperado y se ha producido justo tras uno de los momentos de mayor gloria de Rivera y los suyos, tras una serie de comparecencias ‘exitosas’ en televisión, la publicación de varios artículos de opinión en periódicos ‘importantes’ como ‘El País’ y la publicación de varias encuestas más que favorables.

Y todo por culpa de la presentación de la tercera parte de su programa económico. Justo la que trataba de su propuesta de fiscalidad para España y debería haber servido para consolidar al partido como alternativa real de poder. Por el contrario, ha mostrado otra cosa. La precipitación con que Garicano ha tenido que montar una propuesta económica para Rivera, y la verdadera posición que este partido ocupa en el tablero político nacional. Que, evidentemente, desde el punto de vista de la economía, está bastante más a la derecha de lo que sus promotores defienden.

Para empezar están los cambios de opinión y los vaivenes del partido con respecto al IVA, quizá el impuesto más importante de todo el entramado fiscal de un país porque grava el consumo de modo indiscriminado, sin atender a las diferencias de renta. A principios de este mismo mes, Garicano estaba a favor de mantener el IVA superreducido. Una idea que, por cierto, Ciudadanos había defendido siempre hasta ahora.

Pero luego optó por proponer su eliminación. Sin entrar en detalles, porque son ya de sobra conocidos, en lo que respecta a este impuesto, lo que Ciudadanos pretende hacer es subirlo en el caso del 75% de los productos que componen la lista de la compra de la mayoría de los españoles. Y, en cambio, bajárselo a muchos artículos de lujo que, por sus precios prohibitivos sólo pueden ser consumidos por los más ricos.

¿Por qué no hacerlo? Ciudadanos es un partido liberal, amistoso con las grandes fortunas y las grandes empresas y que también tiende la mano a los profesionales de élite. Los empleados por cuenta ajena o propia, que sin estar en la lista de Forbes de los más ricos del mundo, ganan los sueldos más altos.

Eso explica, por ejemplo, que ahora Rivera piense mantener la fiscalidad de las sicavs, que durante años su partido se había comprometido a eliminar. O que en su propuesta para el IRPF el mayor beneficio de los recortes en el tipo a aplicar corresponda a quienes tienen los salarios más altos.

Curiosamente, a pesar de que en los días previos a la presentación del proyecto, Rivera hubiera presumido de que tenían todas sus propuestas cuantificadas al milímetro, luego resultó que, en el caso del IRPF, habían cometido un error de bulto que tuvieron que reconocer después. Su propuesta era claramente perjudicial para los ciudadanos que ingresan anualmente entre 16.000 y 19.500 euros, al año. Es decir, la mayoría de la población o poco más o menos.

Así que no. Ciudadanos no es el partido de las clases medias que quieren recuperar el terreno salarial perdido y aspiran a que se produzca ese cambio responsables que contribuya a que todo vuelva a ser como era antes, desde el punto de vista de la economía. En absoluto. Es un partido liberal que dice apostar por la regeneración democrática y estar decidido a sanear la clase política, aunque eso habrá que verlo cuando llegue el momento. Y, probablemente, no haya nada de malo en que una formación política apueste por hacer más ricos a los ricos.

De hecho, aún hay muchos teóricos que defienden que sólo así se puede conseguir la prosperidad para un país. Economistas laureados que, curiosamente, se mueven en los entornos habituales de Garicano. Tipos que acumulan premios y asesorías y que no están demasiado lejos de los ambientes en los que se diseñó el ‘austericidio’ que Alemania ha impuesto al Sur de Europa.

Y que, además, siguen en sus trece, por mucho que las cifras demuestren que estas políticas sólo han servido para aumentar la desigualdad, empobrecer a la mayoría y destrozar el ideal democrático de la igualdad de oportunidades.

Y ahí, justo ahí es donde se sitúan las ‘sensatas’ propuestas económicas de Ciudadanos. Quizá deberían empezar a reconocerlo. Tampoco pasa nada. No es ilegal y es perfectamente ético. Entonces, ¿por qué se esconden? ¿Es qué se avergüenzan de algo? Como siempre pasa, sólo el tiempo acabará por solucionar estas incógnitas.

Más información