Las oleadas de la corrupción

Las oleadas de la corrupción

El presidente del Gobierno se desgañita asegurando urbi et orbe que no es verdad lo que parece, que no hay corrupción generalizada, que ni el Gobierno ni su partido están implicados. Las noticias sobre la corrupción política – y de paso empresarial – circulan por nuestro país como oleadas de viento. Hoy soplan en torno al nombre de Rodrigo Rato, pero antes lo hicieron sobre lo que pasaba en Baleares, en Valencia, en Andalucía, en Madrid, con nombres exóticos como la Gürtel o “Púnica”, que engloban a centenares, si es que no millares de delincuentes de corbata, y lentamente van aumentando la super población de nuestras cárceles, juzgados y comisarias.

El presidente del Gobierno se desgañita asegurando urbi et orbe que no es verdad lo que parece, que no hay corrupción generalizada, que ni el Gobierno ni su partido están implicados. Pero, señor Rajoy, con todos los escándalos que pringan al PP que usted dirige, con un ex vicepresidente, y para más inri ministro de Economía y Hacienda, en las puertas del calabozo, un ex ministro del mismo Gabinete, es decir el de Aznar, entre rejas, tres ex tesoreros del mismo partido imputados, además de otros en prisión preventiva o libertad condicional, ¿cómo se pueden decir esas cosas sin ruborizarse?

Hoy no toca hablar de lo que pasa en otros partidos, que también llevan tiempo dando qué hablar a la gente y dando qué hacer a los fiscales, pero con las toneladas de mier…, bueno, no me gusta la escatología, encima que tiene el Partido Popular, hay bastante. Otro día lo haremos. De momento, es suficiente porque, además, el PP es el que gobierna en España, en la mayor parte de las comunidades autónomas y muchas de las grandes ciudades. ¡Menudo ejemplo que nos dan a los ciudadanos de a pie que vamos por la vida sin conseguir llegar a fin de mes con nuestros sueldos, pensiones o subsidios al desempleo.

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