Subasta de políticos

Crisis en UPyD

Subasta de políticos

Diego Carcedo

En el futuro de UPyD ya no confía casi nadie y sus seguidores, por cierto que no deben ser muchos ya, buscan cobijo bajo otras siglas. Lo que uno no quiere otro lo desea y en política y en vísperas de elecciones mucho más. Los militantes de UPyD, el partido que nunca supimos realmente qué era aunque contaba, huyen en desbandada, a la vista de sus conflictos mayormente con la lideresa que les aglutinó, y ahí están los partidos más afines volcados en hacerse con sus votos y servicios. Es un poema ver el esfuerzo de los antiguos adversarios de los magenta para mimarlos ahora y atraerlos a sus filas.

En el futuro de UPyD ya no confía casi nadie y sus seguidores, por cierto que no deben ser muchos ya, buscan cobijo bajo otras siglas. En su mayor parte son culos políticamente inquietos, muchos ya han militado en otras formaciones, y no se adaptan bien a la disciplina de los partidos. Pero incluso así, su voto es valioso y, en algunos casos, su liderazgo aprovechable.

Ciudadanos, la derecha emergente sin estigmas franquistas, es quien los contempla con mejores ojos. Además de sumar militancia, se quita de en medio a un adversario que todavía puede restarle votos e indirectamente hasta algún escaño. Pero también Vox, esa incógnita de la ultraderecha que quiere hacerse con ese sector hasta ahora sin ocupar, aspira a beneficiarse, lo mismo que el Partido Popular.

El PP lucha a la desesperada por frenar su caída, bien ganada a base de recortes y penurias del personal, y ve en los restos de UPyD un campo donde recuperar apoyos. Hasta el PSOE es probable que, sin manifestarlo, quiera recuperar a algunos militantes que lo abandonaron cuando la traición de Rosa Díez. La herencia de UPyD ha entrado por lo tanto en una disputa entre los herederos y en una subasta pública de sus bienes políticos.

Más información