Grecia marca el camino para la recuperación del poder político

Mi jefe dice...

Grecia marca el camino para la recuperación del poder político

Alexis Tsipras, primer ministro de Grecia

El nuevo Gobierno griego ha logrado encararse con el Eurogrupo partiendo de una premisa muy sencilla: en el país mediterráneo no queda más que rascar y, por lo tanto, tampoco queda mucho que perder. Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo, se pronunció este jueves en Chipre y aclaró dos cosas importantes respecto a Grecia. La primera es que no alcanza los requisitos mínimos como para entrar en el programa masivo de compra de bonos (QE) que comenzará a funcionar el lunes. La segunda es que la fragilidad del sistema bancario heleno está siendo alimentada por las declaraciones alarmistas del ministro de Finanzas local, Yanis Varoufakis, que habla de posibles quiebras, quitas y demás.

Mi jefe se ha extrañado con la segunda advertencia de Draghi y se pregunta qué espera el banquero italiano que diga Varoufakis. El ministro de Finanzas heleno –que en apenas unas semanas ha acaparado buena parte de la fascinación que despierta el nuevo Gobierno griego- ha logrado que Bruselas (y más importante todavía: Berlín) acepte prorrogar durante cuatro meses las ayudas financieras a cambio de una lista de reformas elaborada íntegramente en Atenas después de argumentar que en Grecia ya no hay más que rascar y que o se establece una negociación política entre ambas partes o al carajo todo.

Joaquín Estefanía decía el domingo pasado en El País que había que estar agradecidos a Grecia porque al enfrentarse al Eurogrupo en los términos en los que se enfrentó nos estaba haciendo un favor al resto de europeos. Mi jefe está más o menos de acuerdo con Estefanía y considera que en una época donde la ciudadanía ha perdido su poder político, los griegos han sido los primeros en marcar el camino para recuperarlo. Eso sí, se niega a concederle a Syriza la épica guerrera que muchos aquí se empeñan en vender y se remite al propio Varoufakis para explicarse: ya no tienen mucho que perder.

En definitiva: por supuesto que Grecia tiene que sentarse con sus socios europeos y por supuesto que va a tener que realizar concesiones, pero a cambio exigirá contrapartidas y garantías para el país argumentando que, de lo contrario, perderán todos. Es lo que se suele llamar una negociación.

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