¿Por qué lo llaman democracia cuando quieren decir dedo?

¿Por qué lo llaman democracia cuando quieren decir dedo?

Alberto Sotillos, militante del PSM

Hace más daño a la democracia un proceso de elección que parezca o quiera parecer abierto que un “dedazo” tradicional. Hace más daño a la democracia un proceso de elección que parezca o quiera parecer abierto que un “dedazo” tradicional. Porque el dedazo no engaña, es transparente, no genera falsas esperanzas, no implica a la militancia con tretas ni artimañas y, sobre todo, no les usa como escudo de intereses sombríos.

La democracia no es interpretativa, no es valorativa ni subjetiva. La democracia es o no es. La democracia requiere reglas, censos, urnas, voto secreto, procedimiento estandarizado, periodo de elección, periodo de candidaturas, igualdad de acceso…. Y necesita que se cumplan íntegramente todas esas características o no será democracia.

No seremos tampoco “talibanes” de las formas, hay procesos de elección suficientemente democráticos sin llegar a la perfección pero son igualmente reconocidos y reconocibles. Frente a un sistema de elección de candidatos, por ejemplo, un sistema a dos vueltas es profundamente más democrático que un proceso con avales, que básicamente hace brillar a la democracia por su ausencia.

Hacer primarias manteniendo un sistema de avales previo es como darle a tu hijo un plato de sopa que debe comerse con un tenedor. Parece que puede comer, la sopa está, pero la herramienta le hará imposible alimentarse. Para colmo, si volvemos a los 30 minutos, hasta le podríamos regañar porque no se ha terminado la sopa. En las primarias con avales ocurre de la misma forma puesto que de no conseguir los suficientes te podrán repetir por años que no los lograste, mientras tú sigues tratando de llevarte a la boca un poco de sopa con tu tenedor.

Si seguimos bajando todavía puede ser peor, como ha logrado el PSOE con la elección de Gabilondo. No ya porque se proponía a alguien que no se sabía si aceptaría aquello para lo que se le proponía, sino por la falta más elemental de un procedimiento democrático.

Nos informa la gestora que han apoyado a Gabilondo más de 13.000 militantes, aunque en realidad sólo se sepa de los aproximadamente 1.500 que realmente se han pronunciado. De 1.500 a 13.000 es una extrapolación similar a la que algunos medios han decidido hacer con sus encuestas. A ojo.

Basándose en un procedimiento inexistente, donde unos votaban en urna, otros a mano alzada, otros decidían en función de los turnos de palabra pedidos, otros por “unanimidad”, otros por “asentimiento” y algunos por “desistimiento” la gestora decide sumar los restos que considera y ofrece la cifra que más le apetecía.

Y no habría problema en ello si admitieran lo que es. Si se nos dijera a la militancia que se hace así, a dedo pero con una consulta controlada para que parezca que no estamos rotos por dentro pues hasta se podría aceptar. Lo bochornoso es que traten de convencernos a los militantes de que la decisión es fruto de nuestra participación y que es resultado de un proceso abierto y democrático.

Por cierto, Gabilondo es mejor candidato de lo que la imagen de este procedimiento la va a hacer parecer. Pero ha aceptado.

Más información