La presidenta del PP de Madrid repitió ayer el vestido que utilizó hace ocho meses para hablar de la cuenta en Suiza del que fuese su ‘número dos’. Esperanza Aguirre sacó ayer del armario el traje que parece tener reservado para hablar con la prensa cada vez que Francisco Granados le da un disgusto. La ‘lideresa’ apareció en la sede del PP de Madrid para hablar sobre la detención en el marco de la ‘Operación Púnica’ del que fuese su mano derecha con el mismo vestido gris de manga francesa y el mismo broche con forma de flor en tonos crema y granate que usó hace ocho meses, en una entrevista en el programa Espejo Público de Antena 3 a la que acudió precisamente para hablar de la cuenta que su ex número dos tenía en Suiza.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid saca el ‘uniforme’ cada vez que tiene que hablar de lo decepcionada que está con Granados, aunque dependiendo de la ocasión introduce pequeños matices diferenciadores. De esta forma, mientras que en febrero complementó su ‘traje de dar explicaciones’ sobre el exdiputado regional con un colgante plateado con cordón negro y unos pendientes oscuros de color granate, ayer cambió de tornas y decidió dejar libre su cuello y usar, únicamente, unos pendientes largos y plateados.
El peinado y el maquillaje también eran similares en ambas intervenciones, lo que lleva a pensar que el look elegido no es fruto del azar, y ya son muchas las teorías que circulan sobre por qué Aguirre se uniforma para hablar de Granados, a cuál más dispar.
Entre ellas, hay una que apunta a una posible estrategia de la ‘lideresa’ para dificultar la labor de los periodistas encargados de buscar en la hemeroteca para poner ‘colorados’ a los políticos sacando declaraciones anteriores, precisamente lo que le ha ocurrido al propio Granados tras su detención. Aunque hay otra teoría que no ve tanta premeditación y que, simplemente, señala que es posible que Aguirre piense que ese traje combinado con ese broche le da suerte a la hora de hablar de Granados. Elijan ustedes mismos.
