Jaque a la Democracia

Reforma electoral

Jaque a la Democracia

Urna electoral - Foto: Raúl Fernández

La intención de voto por parte de los españoles hacia formaciones minoritarias se está ampliando a pasos de gigante. Desde que en las elecciones europeas Podemos irrumpió en el panorama político nacional, la intención de voto por parte de los españoles hacia esta formación y el resto de minoritarias se está ampliando a pasos de gigante.

Todavía es muy pronto para poder decirlo, pero si ésta progresión continúa, Podemos – si finalmente decide ir a las municipales – y otras formaciones minoritarias pueden quitarle más de una alcaldía al bipartidismo.

En previsión de estos hipotéticos resultados, la casta ve peligrar, por primera vez, su chiringuito, así que nuestro gobierno ha decidido dejarlo todo atado y bien atado, y si para eso tienen que acabar con los principios más básicos de la Democracia, que así sea.

Es por eso que aprovechando las fechas veraniegas y su mayoría absoluta, el PP ya ha aplicado su primera Reforma Autonómica de manos de su adalid Cospedal – y que probablemente en breves sea aplicada en otras Comunidades como Galicia – y prepara una a nivel municipal, por la cual aquella lista con el 40% de los votos obtendrá la alcaldía.

Los medios de comunicación tradicionales por su parte hacen mutis por el forro y tocan este tema de puntillas. Los medios digitales, en cambio, sí se están haciendo eco de estas reformas, pero se echa en falta una explicación más detallada sobre las mismas, para que la ciudadanía sepa realmente lo que significan.

Voy a intentar a través de este post explicar ambas reformas de forma práctica. Espero que al final del mismo la mayoría de vosotros tengáis claro por qué esto es un golpe de estado a la soberanía popular.

A diferencia de mi primer artículo sobre la Ley Electoral, en este no entraré a poner los cálculos de la Ley d’Hont, para no hacer el post demasiado enfarragoso, pero os dejo al final del artículo el Excel que he utilizado para los cálculos y os invito a que os leáis “Guía del Sistema Electoral para Abstencionistas”, donde se explica de forma extensa la Ley d’Hont.

Comencemos con La Reforma autonómica ya aprobada en Castilla-La Mancha y que supone el segundo cambio en la ley electoral llevado a cabo por Cospedal en tan sólo dos años.

Como ya indiqué en el pasado artículo de Guía Electoral para abstencionistas, el sistema electoral es un sistema creado para que beneficie a los dos grandes partidos. El “truco” como siempre está en la circunscripción y el porcentaje mínimo de votos.

En las elecciones autonómicas, como no, tampoco contamos con una circunscripción única, sino que se dividen a nivel de provincia. También existe un margen mínimo de votos para conseguir siquiera entrar en el reparto de escaños, en concreto un 5%. Jugando con ambos conceptos, el PPSOE lleva desde el comienzo de la democracia desvirtuando los votos de los españoles.

Castilla La Mancha es una Comunidad Autónoma modelo para poder analizar este tipo de despropósitos, ya que tanto PSOE como PP la han manipulado en los últimos tiempos en su propio beneficio. Es algo así como el Area 51 Electoral española.

La primera modificación reciente ocurrió en 2007, de manos del PSOE. Lo que hicieron fue ampliar el número de diputados en uno tanto en Guadalajara como en Toledo, pasando el número de diputados de 47 a 49. Esta subida de escaños es asumible dentro del propio estatuto de Autonomía, que define una horquilla de 40 a 59 diputados.

El “truco” de esta reforma de la ley electoral es que Ciudad Real, provincia más favorable en su momento hacia el PSOE, quedaba como la única provincia con número impar de escaños, por lo que en caso de empate sería la que decidiera el resultado de las elecciones (no contaban con Guadalajara).

En aquel momento el PP de Castilla La Mancha, ya con Cospedal a la cabeza, protestó airadamente por este cambio y puso un recurso ante el Tribunal Constitucional, que finalmente se desestimó.

Curiosamente la solución indicada desde el PP era subir el número de diputados, lo cual está muy bien, porque, como podremos ver luego, crea una mayor proporcionalidad de los votos. El PSOE por su parte esgrimía que no se podían subir el número de escaños por cuestiones de austeridad. ¿A qué os suena el mensaje? Si es que al final uno no sabe quién es quién.

Bueno, continuemos con el relato de terror. Tras la victoria del PP el 2011 en Castilla La Mancha, Cospedal decidió ser coherente con su antigua reivindicación – aunque no tanto con los mensajes a sus ciudadanos de austeridad – y aprobó su propia reforma de la ley electoral, por la cual se aumentaban el número de escaños a 53, sumándole un diputado a todas las provincias excepto a Albacete. Dicha Ley no se ha llegado a utilizar pero es la que actualmente estaba en vigor.

Pues bien, de repente un día Cospedal se levantó creativa y decidió solventar, según su versión, los problemas de gastos de la AA.PP. cambiando, una vez más, la ley electoral.

En vez de recortar sus 149 asesores que cuestan al erario público 7,3 millones de euros, recortó en cargos electos para ahorrarse 500.000 €, dejando el número de escaños en 33. Para ello Cospedal tuvo que tocar el Estatuto de Autonomía en solitario, ya que este definía una horquilla de 40 a 59 diputados.

Aunque Cospedal utilice el tan manido discurso de la austeridad al que acude el PP siempre que nos recorta derechos, un vistazo rápido a la ley nos demuestra que no es más que una excusa para poder seguir copando el poder a toda costa.

Veamos como hubieran sido los resultados autonómicos con los que Dolores de Cospedal ganó en Castilla La Mancha si aplicáramos su nueva reforma electoral.

Manifestación en defensa de la cultura

Pues bien, tras la reforma tendríamos la siguiente disposición de escaños:

Manifestación en defensa de la cultura

En 2011 el PP consiguió mayoría absoluta justo al límite, con la diferencia de un solo escaño con el PSOE.

En cambio con los mismos votos y la nueva reforma, el PP obtendría una diferencia con la oposición de 2 escaños en vez de uno.

¿Se ve la trampa no? Pues que conste que está atenuada, porque realmente su objetivo no es beneficiar al PP, sino al bipartidismo, pero en las últimas elecciones autonómicas de Castilla La Mancha no hubo más que dos colores y es difícil con estos datos poderlo apreciar. Más adelante veremos otros ejemplos mucho más claros.

¿Y qué pasaría si aplicamos la anterior reforma de Cospedal? Pues realmente no habría una gran diferencia, por el motivo que comentaba antes, la polarización en las últimas elecciones del voto hacia el PPSOE. No obstante, os dejo aquí los datos:

Manifestación en defensa de la cultura

Ahora veamos qué sucedería en un panorama más fragmentado. Para ello vamos a aplicar la estimación de votos según los resultados del CIS de Julio de 2014.

Manifestación en defensa de la cultura

Estimación de Votos según el CIS de Julio de 2014

Manifestación en defensa de la cultura

Manifestación en defensa de la cultura

Manifestación en defensa de la cultura

Manifestación en defensa de la cultura

Manifestación en defensa de la cultura

Manifestación en defensa de la cultura

Manifestación en defensa de la cultura

Para ver la diferencia, apliquemos los mismos datos con la Reforma que la propia Cospedal propuso en 2012.

Manifestación en defensa de la cultura

Con estas estimaciones se puede entender mejor con qué objetivo está hecha la nueva reforma electoral de Cospedal. Esto no va en sí mismo de beneficiar en exclusiva al PP, sino de eliminar las aspiraciones de los partidos pequeños. El PSOE como es habitual en la comodidad de la oposición nos da una cara muy progresista, pero como han demostrado en sus numerosos gobiernos nunca han tenido interés por hacer una reforma electoral verdaderamente proporcional y justa.

Con la reforma actual los partidos pequeños tendrían un 27% de los escaños a repartir, mientras que en la de 2011, que era algo más proporcional, tendrían un 32%. Además, algunas formaciones, como es el caso de UPyD, ni siquiera entrarían en el reparto de escaños con la nueva reforma.

Como esta reforma ha pasado sin pena ni gloria, el PP ahora saca la siguiente bomba: La reforma municipal, en esta ocasión de mano del ejecutivo central. Lo que pretenden es que aquella lista que tenga el 40% de los votos sea la que gobierne en los ayuntamientos.

Esta medida es muy fácil de ver que no es democrática, por el simple hecho de que el 40% jamás es mayoría. Estamos hablando de que una minoría gobierne en contra de la mayoría de la población. Simple y llanamente.

Utilicemos como ejemplo las votaciones de la localidad donde resido, Alcorcón, para hacernos una idea de cómo esta ley no tiene pies ni cabeza:

Manifestación en defensa de la cultura

Como se puede observar se da un resultado a todas luces antidemocrático.

El PP gobernaría pese a que PODEMOS e IU, por ejemplo, suman los mismos votos. Es más, PSOE y Podemos sumarían 12 escaños y podrían gobernar en coalición en mayoría (cosa que esperemos nunca ocurra). ¿Tiene sentido que dos partidos que suman más votos no pudieran gobernar?

Todavía no nos han dado información de cómo pretenden llevarlo a cabo, pero podrían basarse en el sistema electoral griego, donde se le da un número fijo de escaños al ganador de las elecciones, porque de otra forma no es factible más que contrarrestando el voto del resto de concejales a base de una dictadura en la que el gobierno no tenga que pasar por pleno municipal, en cuyo caso el resto de concejales no tendrían más utilidad que ir periódicamente al pleno de oyentes. ¿Para qué queremos entonces un pleno municipal?

También esta por ver hasta que punto es constitucional una reforma como ésta, ya que el artículo 140 de la Constitución, el cual regula la administración local, aunque es ambigüo tiene tres pilares que un cambio de ley electoral como ésta no respeta:

Artículo 140
La Constitución garantiza la autonomía de los municipios. Estos gozarán de personalidad jurídica plena. Su gobierno y administración corresponde a sus respectivos Ayuntamientos, integrados por los Alcaldes y los Concejales. Los Concejales serán elegidos por los vecinos del municipio mediante sufragio universal, igual, libre, directo y secreto, en la forma establecida por la ley. Los Alcaldes serán elegidos por los Concejales o por los vecinos. La ley regulará las condiciones en las que proceda el régimen del concejo abierto.

Utilicen la metodología que utilicen, la realidad sigue siendo la misma: gobernarán listas que no han recibido el apoyo de la mayoría de ciudadanía. El pilar fundamental de la democracia, por tanto, es cercenado por una casta que es capaz de dar un golpe de estado por la puerta de atrás con tal de seguir con sus preventas y mamandurrias varias.

Los españoles debemos movilizarnos. No podemos permitir que nos roben la poca soberanía popular que nos queda. Quizás para muchos sea una pérdida de tiempo centrarse en estos temas cuando hay problemas más acuciantes como el paro, pero tenemos que entender que sin democracia tendremos aún menos margen de revertir los problemas de nuestro país.

http://informaticafrustrada.es/jaque-a-la-democracia/

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