Blatter vuelve a arremeter contra los retrasos en las obras de los estadios del Mundial de Brasil

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Blatter vuelve a arremeter contra los retrasos en las obras de los estadios del Mundial de Brasil

Joseph Blatter, presidente de la FIFA

El presidente de la FIFA ha asegurado que no recordaba un país que haya tardado tanto tiempo en terminar los preparativos del torneo. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ha asegurado que no recuerda una nación anfitriona de un Mundial que estuviera tan retrasada en los preparativos del torneo como Brasil, pero la presidenta del país sudamericano, Dilma Rouseff, le ha asegurado que organizarán una «Copa de las Copas».

«Brasil acaba de tomar conciencia de lo que es un Mundial y comenzó a trabajar demasiado tarde. Es el país que ha presentado más retrasos desde que estoy en la FIFA, a pesar de que fue el único con tanto tiempo, siete años, para prepararse», dijo Blatter al periódico de Lausana 24 Heures, informa Europa Press.

Pese a las críticas, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dijo el lunes que el país realizará la «Copa de las Copas» y que la elevada demanda de entradas muestra que los hinchas de todo el mundo confían en la nación.

La primera fase de venta de entradas para el Mundial, que comenzará en junio, recibió 6 millones de solicitudes, una cifra superior a la del Mundial del 2010 en Sudáfrica (1,3 millones). Sin embargo, más del 70% de los pedidos fueron realizados por brasileños, según la FIFA.

Seis de los 12 estadios en Brasil no cumplieron con el plazo final del 31 de diciembre que la FIFA había impuesto para que estuvieran terminados y a disposición de los organizadores. Los estadios están en las sedes de Sao Paulo, Curitiba, Porto Alegre, Cuiaba, Natal y Manaus. Muchos proyectos de infraestructura y transporte fueron interrumpidos o recortados y los organizadores aún debaten cómo proporcionarán vuelos adicionales para los miles de hinchas que se esperan en el torneo.

Blatter dijo también que estaba resignado a ver protestas en el Mundial como las que ocurrieron el año pasado durante la Copa de las Confederaciones. «Soy un optimista, no un pesimista. Por lo tanto no estoy preocupado. Pero sabemos que habrán nuevas manifestaciones. Pero el fútbol estará protegido, creo que los brasileños no atacarán al fútbol directamente. Para ellos, es una religión», afirmó.

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