España e Italia afrontarán 2019 con menos apoyo del BCE

Bancos centrales

España e Italia afrontarán 2019 con menos apoyo del BCE

Tanto el Banco de España como el Banco de Italia pierden peso en el nuevo reparto de la clave de capital del BCE, mientras el Bundesbank es el más beneficiado.

Mario Draghi, presidente del BCE

Tal y como había anticipado el mercado, Italia y España son los grandes perjudicados de la revisión de la estructura accionarial que ha anunciado el Banco Central Europeo (BCE). Eso significa que durante la etapa final del programa de flexibilización cuantitativa –en la que ya no se compran bonos nuevos pero sí se reinvierte a vencimiento- la deuda de ambos países se verá sometida a una mayor presión de los mercados.

El Consejo de Gobierno del BCE ha adoptado actos jurídicos relativos al ajuste quinquenal de su clave de capital y de las contribuciones desembolsadas por los bancos centrales nacionales de la Unión Europea. La nueva clave para la suscripción de capital del BCE entrará en vigor el 1 de enero de 2019.

Las participaciones de los bancos centrales en el capital del BCE se obtienen ponderando, con igual peso, la participación de los respectivos Estados miembros en la población y en el producto interior bruto de la Unión Europea. Las ponderaciones se basan en los datos suministrados por la Comisión Europea. El importe total del capital suscrito del BCE se mantiene sin cambios en 10.825.007.069,61 euros.

Como consecuencia de la última revisión, dieciséis bancos centrales aumentarán su participación en el capital del BCE y doce la verán reducida. Entre los damnificados, la participación del Banco de Italia cae del 12,31% a 11,08% en el conjunto de la Unión Europea, mientras que si sólo se incluyen los países de la eurozona –es decir, los favorecidos por el programa de compra de bono-, la reducción es de medio punto hasta el 16,95%.

Peor le va a España en el nuevo reparto de la clave de capital: el Banco de España pasa del 8,84% al 8,31%, que si sólo se contabiliza la eurozona se traduce en una pérdida de 0,6 puntos porcentuales hasta el 11,98%.

En el lado opuesto, se da la circunstancia de que Alemania es el país que más se beneficia, ya que la participación del Bundesbank aumenta en 0,8 puntos porcentuales hasta un 26,38% en la eurozona (en toda la UE es del 18,36%). El Banco de Francia se mantiene sin apenas cambios.

La clave de capital es en la que se basan los hombres de Draghi para realizar sus compras de bonos soberanos, con las que han inundado los mercados de renta fija para reanimar a la economía del viejo continente. Si bien el programa de compras llegará a su fin con el año, ello no significará que el mercado no siga tutelado por el BCE. De hecho, la institución continuará reinvirtiendo el efectivo de la deuda en vencimiento durante un período prolongado.

Se espera que dichas reinversiones se realicen en consonancia con la nueva clave de capital, que entrará en vigor el 1 de enero. No obstante, en su reunión de política monetaria, que se celebrará el próximo 13 de diciembre, no se descarta que el BCE debata un posible período transitorio para aplicar los cambios.

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