La OCDE sale en defensa de la subida del salario mínimo del Gobierno de Sánchez

Empleo

La OCDE sale en defensa de la subida del salario mínimo del Gobierno de Sánchez

La institución cree que la subida del salario mínimo a 900 euros es necesaria para evitar que haya empleos de extrema precariedad.

José Ángel Gurría y Nadia Calviño

El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría, ha salido hoy en defensa de la subida del salario mínimo hasta los 900 euros impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez. A su juicio, se trata de un “ajuste necesario” para evitar que “haya empleos de extrema precaridad”.

“El tema del salario mínimo es muy sencillo”, ha señalado el economista mexicano, que ha recordado que “los niveles salariales generales eran muy bajos” en España, por lo que con la subida “se pone al día un elemento que es una unidad de cuenta”. “Si es muy baja o no tiene relación con el resto de economías de su entorno da una visión distorsionada”.

El salario mínimo es “un mínimo de protección social, para evitar que haya empleos de extrema precaridad”, y “era necesario hacer un ajuste”, ha insistido Gurría, que ha explicado cómo funciona este elemento de política económica: cuánto más lejos esté del salario medio, mayor precaridad existe, mientras que si está demasiado cerca del salario medio, se cierra el acceso al mercado de trabajo, especialmente de los jóvenes.

Gurría ha comparecido hoy en Madrid junto a la ministra de Economía y Empresa, Nadia Calviño, para presentar el ‘Estudio Económico 2018 de la OCDE sobre España’. Un informe en el que la organización pone énfasis en lograr un crecimiento económico “más inclusivo” a través de una serie de reformas necesarias.

Para Gurría, la economía española ha obtenido “unos resultados notables”, por lo que ha llegado a ser “más competitiva y a crecer de forma más rápida que la mayoría de sus homólogos de la eurozona”. Ahora, “el reto es que el crecimiento sea más inclusivo y beneficie a todos” al mismo tiempo que “se mantenga la estabilidad financiera y la sostenibilidad fiscal”. El secretario general de la OCDE ha puesto énfasis en el necesario “equilibrio entre la productividad económica y la inclusión”.

Que la recuperación llegue a todos “es mucho más importante que si un 0,8 o un 1,1”, ha reflexionado Gurría sobre el baile de cifras en el que se suelen mover las previsiones macroeconómicas. “Lo importante es la dirección de la política”, porque es “un problema sistémico”. Ayer mismo, la propia OCDE rebajó en dos décimas sus previsiones para España, hasta un crecimiento del 2,6% este año y de un 2,2% en 2019, pero hoy el economista mexicano ha recordado que “le está yendo mejor a España que a Europa y que al resto del mundo”.

La ministra, por su parte, ha celebrado la “unidad de visión” por parte de la OCDE y el Gobierno, y ha señalado que “las recomendaciones son muy útiles” y lanzan el “debate necesario” para lograr este crecimiento inclusivo.

La OCDE cree que hay margen para subir el IVA y los impuestos medioambientales

En el estudio presentado hoy, la OCDE pide a España un uso “más eficiente” de los impuestos para reducir las desigualdades. La organización critica que la “fiscalidad sigue orientada hacia las rentas del trabajo, lo que penaliza el crecimiento y el empleo”. En ese sentido, considera que “hay margen” para recurrir a los impuestos ambientales y al IVA, “que son menos distorsionadores”.

“Las bases imponibles del impuesto sobre sociedades y del IVA se ven erosionadas por una serie de deducciones, exenciones y tipos reducidos que les restan eficacia como instrumentos para reducir la desigualdad de ingresos”, señalan los autores del informe, que añaden también que “la subida de los impuestos ambientales tendría también la ventaja adicional de reducir las emisiones”.

Para la OCDE, con estos cambios se ayudaría a paliar las tasas de desigualdad de ingresos y de pobreza, que “son altas” y “presentan diferencias entre las distintas comunidades autónomas”.

Aunque “el marco fiscal se vio reforzado” con la adopción en 2012 de las reglas de gasto, deuda y déficit de las comunidades autónomas, “en la práctica estas únicamente aplican la regla de déficit”. Ello explica en parte “la mayor ciclicidad de sus gastos y no les ayuda a converger hacia sus objetivos de deuda”. “Es preciso reforzar esa normativa haciendo que la regla de gasto sea el instrumento principal para alcanzar la sostenibilidad de las finanzas públicas”, apunta la OCDE.

Asimismo, “habida cuenta de la intensa descentralización, las políticas e instituciones autonómicas sin decisivas para la aplicación efectiva de las políticas nacionales en materia de educación y mercado de trabajo, que pueden coadyuvar a mitigar las desigualdades”.

En lo que se refiere al mercado laboral, “el desempleo está disminuyendo, aunque se mantiene en niveles elevados, en especial entre jóvenes y parados de larga duración”. La OCDE señala que el gasto que se dedica a las políticas activas de empleo “sigue siendo exiguo, lo cual puede representar un obstáculo para elevar la cualificación de la fuerza de trabajo”.

El informe propone que España aumente el gasto en formación y asistencia a la búsqueda de empleo y, al mismo tiempo, que elimine las barreras existentes a la competencia entre centros de formación de las comunidades autónomas. Asimismo, “garantizar la portabilidad completa de las prestaciones sociales y de vivienda entre regiones, a través del suministro de asistencia temporal por parte de la región de origen o el gobierno central, mejoraría la movilidad social”.

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