Cosidó destinó 80 agentes a espiar a Bárcenas y a rescatar información sensible de Rajoy, Santamaría y Cospedal

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Cosidó destinó 80 agentes a espiar a Bárcenas y a rescatar información sensible de Rajoy, Santamaría y Cospedal

El operativo se camuflaba bajo una supuesta investigación contra el terrorismo yihadista para justificar la disposición de recursos humanos.

Luis Bárcenas, extesorero del PP

Ignacio Cosidó, entonces director de la Policía, autorizó el operativo de espionaje contra Luis Bárcenas y su familia para recuperar documentos sensibles que afectaban a Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal y Javier Arenas. Según okdiario.com, la misión “extrajudicial” contó durante más de dos años con 80 policías del Área Especial de Seguimiento (AES) para controlar de cerca los movimientos del ex tesorero del PP, su esposa Rosalía Iglesias y su hijo Guillermo.

Afirma el digital que “el dispositivo policial estaba formado por 20 mandos y 60 agentes que estaban divididos en seis grupos de 10 agentes cada uno. Para efectuar los controles se relevaban cada tres días en dos turnos: mañana y tarde-noche.

Asegura okdiario.com que “las órdenes de los seguimientos las trasladaba directamente el comisario Enrique García Castaño, jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), y el operativo se camuflaba bajo una supuesta investigación contra el terrorismo yihadista para justificar la disposición de recursos humanos”. Y señala que “tal era el secretismo que llegaron a ocultar las pesquisas al mismísimo comisario general de Información, Enrique Barón”.

También cuenta el digital que dirige Eduardo Inda que mientras García Castaño dirigía a los agentes de la AES, el comisario José Villarejo controlaba al chófer Sergio Ríos y demás topos infiltrados en la familia de Bárcenas, a quien se referían en clave con el nombre de ‘El Gomina’. Sin embargo, quien mantenía el hilo directo con Cosidó era García Castaño. Al menos, eso fue lo que desveló el comisario a sus agentes con quienes solía comer una vez al mes o tomar copas en el pub Calway de Canillas. En más de una ocasión, el comisario les confesó que Ignacio Cosidó “estaba informado de todo”.

Señala el citado medio online que la orden que recibió la dotación de la vigilancia policial era no perder nunca de vista el domicilio familiar de los Bárcenas y, principalmente, los movimientos de su esposa Rosalía Iglesias. Las pesquisas no resultaron difíciles porque la mujer del tesorero del PP realizaba la mayoría de sus gestiones en los barrios de Salamanca y Chamberí, en el centro de Madrid. Además, la seguían hasta un pequeño taller de restauración donde trabajaba cerca de su domicilio y a dos cafeterías de la misma zona.

Los mandos policiales convencieron a los agentes para que se entregaran en cuerpo y alma al operativo con la añagaza de que “estaban poniendo en peligro la integridad de España y a los políticos que nos gobiernan”. Eso sí, desde el principio supieron que aquello era una misión “extrajudicial” y que el objetivo final era la destrucción de las pruebas.

Okdiario.com dice que Una fuente policial conocedora del operativo contra Bárcenas le ha asegurado que “tanto Villarejo como García Castaño informaban periódicamente del desarrollo de las pesquisas a la cúpula de la Dirección General de la Policía, incluido su director Ignacio Cosidó”.

E insiste en que “el fin último de la misión era recuperar los papeles y cintas de Bárcenas que afectaban a altos cargos del PP para retirarlos de la circulación y privar a los jueces de toda esa documentación sensible.

Al menos, esa es la conclusión a la que han llegado los agentes de la Unidad de Asuntos Internos (UAI), que han escuchado las cintas encontradas en el domicilio de Villarejo. En ellas el ex comisario conversa con otros mandos policiales y se refiere de manera explícita sobre el operativo contra el ex tesorero del PP.

Recalcando que “tan secreta era la operación de los funcionarios del Área de Seguimiento que sus superiores les prohibieron hacer uso de sus móviles personales cuando estuvieran de servicio. Tenían las órdenes estrictas de dejarlos en las dependencias policiales y de usar exclusivamente los aparatos operativos de la Policía.

Además, okdiario.com sostiene que los agentes que perseguían día y noche a los miembros de la familia Bárcenas estaban aleccionados para preservar la confidencialidad de las pesquisas. Los policías iniciaron los seguimientos meses antes de que Bárcenas ingresara en la prisión madrileña de Soto del Real en junio de 2013.

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