Ideas sueltas

Tribuna

Ideas sueltas

Desarrollamos "un sencillo, pero ambicioso marco deontológico para el desarrollo, base legal y normativa regulatoria"

Criptomonedas

Reinicia la actividad universitaria. Nuestro grupo de trabajo esboza una línea de desarrollo relativa a la formulación de políticas nacionales en el campo criptoeconómico. Hasta ahora, ideas sueltas. El entorno latinoamericano resulta propicio a la iniciativa. Nuestro subcontinente no muestra ni el avance ni la puja competitiva de Europa o Asia. Nos animan la oportunidad potencial y el reto. Avanzamos algunos criterios.

Primero, importa el manejo macro, meso y micro del tema. Segundo, se requiere un inventario situacional de cada caso nacional. Tercero, son ineludibles unas asertivas bases conceptuales, teóricas y normativas generales; para lo cual, algunas definiciones disponibles al grupo en su corto tiempo de actividad. Todo ello servirá de referencias para eventuales tareas, sea de abordaje directo del tema con gobiernos nacionales, o en servicios de consultoría y adiestramiento de interesados.

Serían acciones dirigidas, en última instancia, a permear la trama institucional y de emprendimiento específicas al tema, útil al incentivo, la promoción y el desarrollo de sus componentes estratégicos. Como agentes importan el alto gobierno, la política científica y tecnológica, la política económica, las políticas relativas a servicios públicos y privados, la política de recursos humanos y la política de fomento del bienestar social.

Segundo, bajo el supuesto del interés nacional en la iniciativa, toca

la evaluación y eventual viabilización de una política de promoción y desarrollo del entorno y los campos de la Criptoeconomía y sectores relacionados. Es un trabajo de formulación de políticas públicas en temas novedosos, con énfasis en el aprovechamiento de lo que llamamos la «innovación disruptiva masiva» o «complejo de disrupciones en diversos ámbitos».

Al respecto, valga repetir que relacionamos la Criptoeconomía con el proceso de la llamada «Cuarta Revolución Industrial» (4IR), lo cual tiene la ventaja de vincular nuestra agenda a una mayor, de relevancia y del interés del ecosistema de instituciones de vocación global; como, por ejemplo, el Foro Económico Mundial.

Tercero, en un nivel más específico, de nuevo bajo el supuesto del interés nacional, un trabajo que llamamos «inteligente, proactivo, colaborativo y de incentivos múltiples» en la formulación de la Política Nacional de Promoción y Desarrollo de la Criptoeconomía y sectores relacionados», con base en nuestro enfoque deontológico. Al efecto, interesan el alto gobierno, el o los órganos legislativos, la política científica y tecnológica, la política de desarrollo de recursos humanos de avanzada y la política económica.

Y cuarto, la gestión integral para el desarrollo y/o adaptación de la legislación general y específica y la normativa regulatoria de la Criptoeconomía y sectores relacionados. Para ello, importa considerar que el criptomundo reclama su carácter autorregulado. Y es así en lo que toca a sus procesos constitutivos y de funcionamiento. Pero, existen en sociedades y con individuos sujetos a los diversos niveles de marcos normativos. Éstos, en lo general, el Derecho Civil, Penal, Mercantil, etc., y en lo específico, la normativa criptoeconómica, deben ser puestos a punto al servicio de un campo nuevo y disruptivo, lo cual obliga a la consideración de sus eventuales fallas y riesgos.

Por eso, en nuestro manejo, desarrollamos la vía de que llamamos de Deontología de la Criptoeconomía, con base en la cual proclamamos «un sencillo, pero ambicioso marco deontológico para el desarrollo, base legal y normativa regulatoria«.

El trabajo incluye los avances a: 1) una Ley de Registro de agentes y servicios tecnológicos; 2) una Ley de condiciones, recursos, procesos, productos e impactos criptoeconómicos y 3) una Ley y una plataforma institucional para una Deontología de la Criptoeconomía (el cual incluye el tema de la regulación), con base en el criterio mencionado en el párrafo anterior. Al efecto, interesan el proceso de producción de leyes, los sectores académicos y profesionales y las empresas, emprendedores e interesados en el campo.

Lo converso con el Profesor Ferreira, coordinador principal de la materia, y con las profesoras Rodríguez y Sierra, de campos especializados del grupo. Ha estado presente en reuniones de esta semana con sectores académicos y corporativos foráneos de interés a la iniciativa. La Criptoeconomía, en general, debe dotarse de todo su andamiaje disciplinar. En eso andamos.

***Santiago J. Guevara G., es economista venezolano, experto en Prospectiva, Estrategia y Gestión. Profesor universitario jubilado. Ejerce la Coordinación Adjunta de la Materia Interescuelas de FACES-UC (Universidad de Carabobo) en «Gerencia y Finanzas de Criptomonedas y Criptoactivos» y es facilitador del Diplomado en Criptomonedas del Ceate-FACES-UC. Es líder promotor del «Grupo de Deontología de la Criptoeconomía», basado en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo.

Más información