El BCE planta cara a Alemania y pide un fondo de garantía de depósitos europeo

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El BCE planta cara a Alemania y pide un fondo de garantía de depósitos europeo

Un informe de investigación del BCE asegura que un fondo de garantía de depósitos europeo soportaría una crisis más dura que la de 2007.

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Si se produjese [cuando se produzca] una nueva crisis como la que estalló en 2007, o incluso más severa, los depositantes de la eurozona no tendrían nada que temer sobre sus ahorros si antes los gobiernos del Viejo Continente han logrado un acuerdo para crear un fondo de garantía de depósitos común. Así lo asegura al menos un trabajo de investigación publicado por el Banco Central Europeo (BCE) en el que se aboga por la puesta en marcha de este mecanismo.

El fondo de garantía de depósitos europeo (DIF por sus siglas en inglés), que sustituiría a los fondos nacionales existentes actualmente, es considerado como el último pilar que falta para lograr la ansiada Unión Bancaria. Sin embargo, se ha encontrado con la fuerte reticencia de varios países, liderados por Alemania, que no quieren ni oír hablar de compartir riesgos hasta que todos los sistemas bancarios estén en perfecto estado de revista.

En este difícil entorno se enmarca el ‘paper’ publicado por el BCE, que aborda algunas de las principales objeciones que estos países han planteado al mecanismo. El fondo funcionaría a escala europea de una manera muy similar a los nacionales, garantizando 100.000 euros por depositante y banco y financiado por las propias entidades, aunque respaldado por los Gobiernos.

Los investigadores de Draghi concluyen que si se reúnen unos fondos de 38.000 millones de euros, habría dinero más que suficiente para hacer frente a la caída al mismo tiempo de los diez bancos más arriesgados del bloque común, y a pesar de que el sector sufriera pérdidas más elevadas que las de la última crisis. En otras palabras, el DIF podría depender del dinero aportado por los bancos, sin que fuera necesario recurrir al dinero de los contribuyentes.

“Los resultados indican que un DIF totalmente financiado sería suficiente para cubrir los pagos incluso en crisis muy graves, incluso más graves que la crisis financiera mundial de 2007-2009”, señalan los economistas que firman el artículo, que estiman asimismo que sólo en casos aislados y extremos algunos países –entre ellos, Grecia, Italia, España o Luxemburgo-recibirían más de lo que pagaron.

En conclusión, el fondo europeo “ofrecería mayores beneficios en términos de protección de depositantes al tiempo que presentaría riesgos limitados en términos de exposición”, ya que “la probabilidad y la magnitud de las intervenciones probablemente serían bajas”, señalan los economistas, que destacan asimismo que el fondo europeo desempeñaría “un papel clave en términos de fomento de la confianza” y “evitaría riesgos de profecías autocumplidas” en las huidas de depósitos.

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