González (BBVA): poner un impuesto especial a la banca “es más de Bolivia que de Europa”

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González (BBVA): poner un impuesto especial a la banca “es más de Bolivia que de Europa”

El presidente de BBVA, Francisco González, confirma que se jubilará el próximo año y el consejo de administración trabaja ya en buscar a su sucesor.

Francisco González, presidente de BBVA

El presidente de BBVA, Francisco González, se ha mostrado muy crítico con la propuesta realizada por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de poner un impuesto a la banca para ayudar a financiar las pensiones como una forma de ‘compensación’ por el rescate financiero de hace cinco años.

“Ya soy muy mayor para estas cosas”, se ha lamentado a preguntas de la prensa sobre este asunto en la rueda de prensa posterior a la presentación de los resultados de 2017. El banquero ha añadido que “he oído antes” propuestas de este tipo, “pero más en países como Bolivia que en Europa”. Asimismo, ha coincidido con otros banqueros en que “meter un impuesto a un sector y no a otros es distorsionante para la economía” y ha recordado que “fueron las cajas las que recibieron las ayudas, no la banca”.

González no ha esquivado tampoco el tema de su sucesión durante la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados de 2017, si bien no ha querido dar pistas ni nombres sobre quién ascenderá a la presidencia en cuanto se jubile.

“La edad de jubilación es de 75 años y eso no va a variar”, ha reiterado González para recordar a continuación que él cumple 75 años el próximo año, por lo que “el consejo de administración ya está trabajando” en este asunto. Aunque no ha querido dar nombre sobre su posible sucesor, sí ha avisado de que “no va a haber ninguna sorpresa”.

“La buena noticia es que tenemos un equipo fabuloso”, ha abundado el presidente de BBVA, que ha reflexionado que su jubilación “será un día triste para mi, pero también un día de mucho orgullo por todo lo que dejo atrás”. Sobre este aspecto, ha señalado además que cuando se vaya “lo haré al 100%”, porque “sería un error” tener un cargo oficial en BBVA e interferir en la gente que venga.

Respecto al legado que espera dejar una vez que abandone BBVA, el banquero ha señalado que durante su presidencia se ha demostrado que “este es un banco serio, sólido y que no se deja achantar por políticos ni el poder político”. En ese sentido, ha lanzado un dardo al Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero al referirse a los “momentos muy duros” que se vivieron cuando “una constructora muy pequeña intentó hacerse con este banco”, apoyada “en poderes políticos”.

Respecto a la posible candidatura del ministro de Economía, Luis de Guindos, para ocupar la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE), ha señalado que “espero que esta vez salga bien” ya que, tal y como ha recordado González, “no se entiende muy bien que España no tenga más representación” en las instituciones europeas. Además, ha restado importancia al hecho de que Guindos tenga actualmente un cargo político, frente a las voces que apuntan a que sería mejor una candidatura de carácter más técnico.

El presidente de BBVA no se arrepiente tampoco de que el banco no pujara finalmente por el Popular. Tal y como ha apuntado, “pudimos comprar la entidad en diciembre de 2016, en marzo de 2017 y en junio del 2017”, cuando se produjo su resolución, pero “de haber comprado el Popular tendríamos un gran problema”. González ha explicado que gran parte del equipo directivo tendría que estar ahora mismo trabajando para solucionar los problemas que están surgiendo en torno al Popular, por lo que la rentabilidad de la operación no hubiese compensado a BBVA. Ha aprovechado además para lanzar un dardo al destacar que el caso del Popular demuestra “lo importante que es hacer bien la sucesión”.

Durante su exposición inicial, el banquero ha aprovechado para hacer un llamamiento a los reguladores internacionales para que se pongan manos en la masa para adaptarse al nuevo escenario que plantea la revolución tecnológica en la banca. “Hay que empezar a pensar en una nueva arquitectura jurídica que dé respuesta a los retos que se están planteando”, ha reflexionado González, que ha admitido que es un tema “complejo” porque hay que equilibrar muchos factores, como los riesgos sistémicos y los riesgos financieros, por un lado y los derechos de los consumidores y la necesidad de que no se detenga la innovación, por el otro. “Es un tema global, no local”, ha reflexionado, por lo que debe ir más allá de los bancos centrales nacionales.

BBVA alcanzó un beneficio atribuido en 2017 de 3.519 millones de euros, un aumento de un 1,3% respecto al ejercicio anterior, a pesar del ajuste contable que realizó en el cuarto trimestre por su participación en Telefónica.

El consejero delegado de BBVA, Carlos Torres, ha sido el encargado de desglosar las cuentas de resultados de BBVA por regiones. En ese sentido, ha explicado que la actividad bancaria en España generó unos beneficios de 1.381 millones, un 52,7% más que el año pasado, cuando el banco tuvo que provisionar 577 millones por las cláusulas suelo de las hipotecas.

El ladrillo volvió a ser uno de los principales lastres del banco, si bien las pérdidas en el negocio residencial -considerado non core- se redujo en 91 millones hasta los 504 millones de euros. Tras la reciente venta a Cerberus del 80% de su negocio inmobiliario por 4.000 millones de euros, el banco espera que en 2018 las pérdidas en esta partida sean ya inferiores a los 100 millones, según ha detallado Torres.

Sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres, otro de los asuntos en la actualidad política, Torres ha apuntado que la política retributiva de BBVA “está en función del rol y de la responsabilidad, no en función del género”. En ese sentido el presidente González ha señalado que “no vería mal” que se publicaran los salarios de hombres y mujeres, como se ha propuesto en Finlandia para evitar esta brecha, siempre que sea “información transparente y no sesgada”.

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