La Comisión Europea ha presentado esta mañana su propuesta para reformar el sistema de IVA en el marco comunitario. Plantea dar más flexibilidad a los Estados miembros para fijar tipos reducidos del IVA, e incluso dejar algunos productos exentos del impuesto.
“Las normas comunes de la UE en materia de IVA, aprobadas por todos los Estados miembros en 1992, ya no se adaptan a la situación y son demasiado restrictivas”, apunta el Ejecutivo comunitario en un comunicado, en el que recuerda que, actualmente, los países únicamente pueden aplicar un tipo reducido “a unos cuantos sectores y productos”.
A partir de ahora, además del tipo normal del IVA del un mínimo del 15%, los Estados miembros podrían establecer dos tipos distintos entre el 5% y el 15%, un tipo entre el 0% y el 5% y un ‘tipo nulo’ (0%), es decir, mantener determinados bienes exentos de este gravamen. Esto abriría la puerta a eliminar el IVA a tampones o pañales, como reclaman muchos consumidores.
Para este nuevo sistema, el organismo propone derogar la lista actual de bienes y servicios a los que se puede aplicar un IVA más bajo y crear en su lugar un nuevo listado en el que se incluyan productos como armas, bebidas alcohólicas y juegos de azar, a los que siempre se les deberá aplicar el 15% o un tipo superior. Por otro lado, “con el fin de preservar los ingresos públicos, los Estados miembros también deberán garantizar que el tipo medio ponderado del IVA sea de como mínimo el 12%”, apunta la Comisión Europea.
En la actualidad, los países de la UE pueden aplicar un tipo reducido no inferior al 5% a dos categorías distintas de productos, mientras que una serie de Estados miembros también aplican tipos superreducidos en el marco de excepciones específicas.
Además, Bruselas propone acabar con la desventaja que sufren las pymes en la UE en relación al IVA. “Las empresas que operan en otros países soportan unos costes de cumplimiento superiores en un 11% a los de las empresas cuya actividad es solo nacional, viéndose más afectadas las empresas más pequeñas” y esto supone “un auténtico obstáculo” para su crecimiento, explica. Para acabar con el problema, se plantea permitir “a más empresas disfrutar de las ventajas de una normativa en materia de IVA más simple”. De esta manera, los costes de cumplimiento en materia de IVA se reducirían globalmente un 18% al año, asegura el Ejecutivo comunitario.
“Los Estados miembros se han visto sometidos a una presión creciente ejercida por las empresas y los grupos de intereses para que modifiquen los tipos del IVA en favor de sectores determinados. Sin embargo, la falta de margen de maniobra en nuestras normas actuales significa que la atención se centra a menudo en dilucidar a qué producto o servicio podría aplicarse un tipo reducido, en lugar de centrarse en la brecha abierta en nuestros presupuestos debido al fraude en materia de IVA”, ha asegurado el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Fiscalidad y Aduanas, Pierre Moscovici.
Según el comisario, la propuesta “concederá a los Gobiernos una flexibilidad máxima para fijar los tipos del IVA según lo deseen, lo que nos permitirá concentrarnos en abordar el problema más importante que constituye el fraude en materia de IVA”.
La normativa contempla la creación de un espacio único del IVA en la UE a fin de reducir considerablemente el fraude, que se estima en 50.000 millones de euros.
