Un día después de perder una cuarta parte de su valor, el bitcoin intentaba estabilizarse entre los temores de los inversores de que los reguladores de todo el mundo se están poniendo las pilas para restringir el hasta ahora floreciente mercado de las criptomonedas.
La popular criptomoneda subía un 1% en las horas de negociación de la jornada asiática hasta situarse en 10.831 dólares después de que en la jornada del martes se desplomase un 26%, según los registros de Bloomberg. Sus principales rivales, ripple y ethereum, oscilaban entre las ganancias y las pérdidas.
“Los titulares de criptomonedas están tratando de decidir si abandonar bitcoin”, señala Steven Englander, jefe de investigación y estrategia de Rafiki Capital, en una nota para clientes que recoge la agencia estadounidense. “El dilema es que una vez que dejas de valorar a bitcoin y sus derivados como nuevos activos que llegarán a la Luna, el modelo de fijación de precios es más convencional y mucho menos impresionante”.
El gran debate entre los inversores es determinar hasta qué punto los reguladores pueden frenar una industria que está descentralizada y en la que uno de los principales atractivos reside en el anonimato. Hasta el momento, muchos avisos de que las monedas digitales representan una burbuja han desencadenado desplomes de dos dígitos, que han sido seguidos por rebotes.
Corea del Sur podría echar el cierre a los intercambios de criptomonedas, según reconoció el ministro de Finanzas, Kim Dong-yeon, en una entrevista concedida a la radio TBS ayer mismo. Kim añadió que hay especulaciones irracionales y que se necesitaba una regulación racional.
