Los técnicos de Hacienda alertan de un agujero de 6.500 millones en la recaudación de 2017

Fiscalidad

Los técnicos de Hacienda alertan de un agujero de 6.500 millones en la recaudación de 2017

El Impuesto sobre Sociedades acumula un desplome de casi el 50% en la última década y es el único tributo que aún no ha logrado el nivel de ingresos previo a la crisis.

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Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) calculan que la recaudación de la Agencia Tributaria en 2017 será de unos 194.500 millones de euros, lo que supone que el Gobierno sobreestimó en unos 6.500 millones los ingresos fiscales para el pasado año cuando había previsto recaudar algo más de 200.000 millones, tal y como se desprende de los Presupuestos Generales del Estado para este año.

En una nota de prensa, Gestha advierte de que esta brecha en la recaudación conllevará un recorte encubierto de los gastos presupuestados, debido al compromiso irrenunciable del cumplimiento del objetivo de déficit marcado por Bruselas.

Las partidas de gasto que se verán más afectadas para compensar este desfase no se conocerán hasta finales del próximo mes de marzo, según los técnicos de Hacienda, cuando el Gobierno rinda cuentas de la ejecución presupuestaria del pasado mes.

No obstante, tras analizar los últimos datos de ejecución hasta noviembre, los técnicos pronostican que las partidas relacionadas con las subvenciones al transporte extrapeninsular de mercancías, la coordinación y promoción del turismo, la cooperación económica local del Estado, la reconversión y reindustrialización, y la cooperación para el desarrollo serán las cinco más damnificadas.

La reforma fiscal, un lastre para la recaudación

Por otro lado, al igual que la Comisión Europea, Gestha avisa de que la reforma fiscal, lejos de contribuir a mejorar la recaudación, ha mermado los ingresos tributarios, puesto que ha costado más de 12.400 millones entre los años 2015 y 2016, lo que supone un 0,55% y un 0,58% del PIB, respectivamente, y no incide de forma relevante en los efectos multiplicadores en el crecimiento del PIB.

La prueba está, según Gestha, en que si bien los ingresos en 2017 estarán un 4,4% por encima de 2016, no alcanzarán todavía el récord cosechado en 2007, cuando se ingresaron 200.676 millones de euros. Y es que aunque las subidas del IRPF e IVA que se aprobaron en 2010 y 2012 hayan provocado una mejora continua de la recaudación, incrementar los ingresos del Impuesto de Sociedades sigue siendo una asignatura pendiente, pues aún no ha recuperado la recaudación de hace una década.

De hecho, el Impuesto sobre Sociedades acumula un desplome de casi el 50% desde 2007 y es el único que aún no ha logrado el nivel de ingresos previo a la crisis, a pesar de las medidas implantadas por los sucesivos Gobiernos para impulsar la recaudación de las empresas, como las limitaciones de la deducción de determinados gastos financieros o de la compensación de bases imponibles negativas o el pago a cuenta mínimo de las grandes sociedades.

Así, después del fraude fiscal, los cerca de 22.000 millones de euros que las empresas no ingresaron en 2017 respecto de 2007 conforman la segunda ‘grieta’ más importante por la que España pierde ingresos, alertan los técnicos. Por ello, no debe sorprender que la carga real del Impuesto que soportan las sociedades en nuestro país se encuentre por debajo de la mitad del tipo nominal en las pymes y menos de un tercio en los grupos empresariales.

Según el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, “que el Gobierno haya sobreestimado, una vez más, los ingresos tributarios en 2017 demuestra que algo falla, más allá de los cálculos efectuados para realizar unas previsiones que permitan sufragar unas partidas del gasto con las que convencer a los distintos grupos del arco parlamentario y recabar los suficientes apoyos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado”.

Como consecuencia, Gestha urge a abrir un debate lo más amplio posible para llevar adelante una propuesta de reforma integral de los impuestos en nuestro país que, a su vez, posibilite disponer de recursos suficientes para atender a los gastos públicos e inversiones, así como reducir el déficit y el endeudamiento. De igual modo, los técnicos aseguran que la reforma debería plantearse el reto de lograr una mayor redistribución de la renta y la riqueza entre los ciudadanos, lo que en su opinión pasa por una reorganización tanto de la Agencia Tributaria Estatal (AEAT), para que funcione de forma más independiente de las injerencias políticas o económicas, como de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) para conseguir un más eficaz control del gasto público.

Finalmente, Gestha aboga por aplicar un plan eficaz y realista de lucha contra el fraude y la elusión fiscal para aumentar la recaudación tributaria. Y para ello resulta fundamental, a su juicio, incrementar las responsabilidades y los medios de la plantilla de la AEAT, que actualmente apenas tiene un empleado por cada 1.928 contribuyentes, frente a países como Francia, donde hay uno para menos de la mitad de ciudadanos (860).

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