Habanos en peligro

Cuba

Habanos en peligro

No hay relevo en las vegas tabacaleras. Los viejos campesinos se retiran y no hay jóvenes para la continuidad del cultivo.

Habanos

Los afamados Habanos de Vueltabajo y también los de Vueltarriba (zona central, en Remedios), pudieran estar bajo una cierta amenaza de cara al futuro inmediato capaz de ocasionar un muy serio declive en su cultivo y, por consiguiente, en su fase industrial. La nueva mala no llega por tal o más cual enfermedad de la planta ni por determinada situación climatológica, sino porque sencilla y llanamente no hay relevo en las vegas tabacaleras. Los viejos campesinos se retiran y no hay jóvenes para la continuidad del cultivo más exigente de nuestra agricultura.

No sólo el tabaco está en riesgo, sino toda la agricultura en sentido general. El propio ministro del ramo, Gustavo Rodríguez Rollero, ha dicho frente al Parlamento que menos del 12% de quienes trabajan la tierra son jóvenes.

Nada nuevo y que no debe tomar por sorpresa a nadie. La población cubana envejece a galope y, aunque las autoridades no deseen reconocerlo, el éxodo de jóvenes hacia EEUU y otras regiones ha sido sin precedentes en los últimos años. Muy raro encontrar un padre que no tenga un hijo residiendo en el exterior de la isla.

La falta de incentivos es la piedra angular de la actual problemática. En Pinar del Río, cuna del mejor Habano del mundo, se están haciendo algunos esfuerzos como la entrega de tierras en usufructo, un mejor aseguramiento de los recursos y el establecimiento de precios más atractivos para los cosecheros, además de labor docente en las escuelas.

Pero esto no es suficiente ni constituye un problema local, sino nacional en todas las esferas productivas. Nunca mejor dicho que entre la espada y la pared porque una respuesta óptima será salarial, entre otras consideraciones económicas y hasta políticas. Y el país, su economía no están en condiciones ahora mismo de enfrentar un incremento.

De momento, se acerca la XX edición del Festival Internacional del Habano. Esperemos qué nos cuentan sus organizadores y, sano consejo, el que pueda adquirir un cajón, pues que se esfuerce y compre dos…

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