Una de cal y otra de arena en la primera subasta de bonos y obligaciones que ha realizado el Tesoro Público en 2018. El organismo público ha colocado 4.640 millones de euros en títulos, cerca de los 5.000 millones del rango máximo previsto, pero se ha visto obligado a ofrecer rentabilidades más altas en los bonos a cinco y diez años.
En concreto, el organismo ha colocado 960 millones en el bono a cinco años un tipo marginal del 0,367%, más elevado que el 0,301% de la subasta previa del mismo tipo de papel celebrada el 7 de diciembre. La demanda fue de más de 2.400 millones de euros.
El Tesoro ha vendido además obligaciones a diez años por 1.835 millones de euros a una rentabilidad marginal del 1,536%, también más elevada que el 1,492% de la emisión anterior, celebrada en esta ocasión el pasado 14 de diciembre. La demanda superó los 3.200 millones de euros.
Mejor comparativa ofrece la subasta a 30 años, en la que se han colocado 1.040 millones de euros a un tipo marginal del 2,848%, por debajo del 2,883% ofrecido en la última operación de este tipo, el 19 de octubre. Las peticiones alcanzaron los 2.100 millones de euros.
Por último, el Tesoro Público ha colocado 800 millones de euros en obligaciones a 15 años indexadas a la inflación de la zona euro. El tipo marginal se ha situado en el 0,515%, inferior al 0,880 ofrecido en la emisión del mismo tipo de papel del pasado 6 de julio. La demanda fue de más de 1.500 millones de euros.
