Los sindicatos marcan sus ‘líneas rojas’ en la primera toma de contacto con Bankia

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Los sindicatos marcan sus ‘líneas rojas’ en la primera toma de contacto con Bankia

CCOO avisa a Bankia de que vigilará para que “no se produzcan los errores cometidos en procesos de reestructuración anteriores”.

Bankia

Primera toma de contacto entre Bankia y los representantes de los trabajadores antes de afrontar el ajuste que será necesario acometer tras la absorción de BMN. La entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri ha convocado a todos los sindicatos (incluidos los de BMN) para hoy miércoles, en la que será la primera reunión laboral conjunta tras la integración de las entidades.

El 1 de enero de 2018 se producirá la integración de la plantilla de BMN en Bankia, como consecuencia de la fusión. Las zonas de influencia de Bankia y BMN son muy complementarias, por lo que no hay mucho solapamiento de las redes de sucursales. En ese sentido, el principal foco de preocupación son los trabajadores de los servicios centrales.

Bankia emplea en sus servicios centrales a algo menos de 1.800 trabajadores, mientras que la entidad absorbida, BMN, emplea a otros 650. En total, la entidad surgida de la fusión de Caja Murcia, Sa Nostra y Caja Granada cuenta con unos 4.000 trabajadores, que si se suman a los de Bankia dan un total de 17.000 empleados en el nuevo grupo, una cifra que difícilmente se podrá mantener una vez que el proceso sea una realidad.

En ese sentido, CCOO, sindicato mayoritario en el grupo, ya ha marcado sus principales ‘líneas rojas’ a Bankia, pidiendo a la dirección que la integración “se efectúe con garantía del empleo de sus plantillas, a través de medidas acordadas con la representación legal de los trabajadores, renunciando a la utilización de medidas traumáticas, preservando las condiciones laborales de las plantillas y garantizando el cumplimiento de los compromisos adquiridos con anterioridad”.

En una circular, la formación avisa de que “seremos igualmente exigentes y vigilaremos para que no se produzcan los errores cometidos por ambas empresas en procesos de reestructuración anteriores, que añadieron un sufrimiento innecesario en situaciones de por sí delicadas”.

También el sindicato ASIP considera que hay “cuestiones fundamentales” antes de acometer el proceso, que en todo caso “se debe realizar con absoluta transparencia”. “Esta reestructuración no debe contemplar de forma directa o indirecta ningún tipo de despido forzoso y si el cupo lo admite, no se debe denegar ninguna salida voluntaria”, señala la formación, que considera que “es absurdo que quien quiera salir se quede y el que quiera quedarse se vaya”.

“Cualquier salida debe ser ordenada, pactada y voluntaria”, apunta ASIP, que añade además que “la movilidad geográfica sólo debe afectar a aquellos territorios con claro excedente de plantilla”, sin que se utilice “como herramienta de coacción para forzar salidas ‘voluntarias’”.

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