IOTA, la criptomoneda que está empezando a eclipsar al bitcoin

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IOTA, la criptomoneda que está empezando a eclipsar al bitcoin

La moneda digital se ha revalorizado un 50% en las últimas 24 horas y es ya la quinta criptodivisa con mayor capitalización.

IOTA

En medio de la fiebre por el bitcoin, que ha superado en las últimas jornadas la barrera de los 11.000 dólares, una criptomoneda mucho menos conocida está experimentando un repunte aún más espectacular gracias al respaldo de compañías como Microsoft y Cisco. IOTA ha duplicado su valor en apenas dos días, de los 1,44 a los 2,88 billetes verdes, sumando 4.000 millones de dólares a su valor total de mercado en 48 horas.

Tras este empujón (ha subido un 50% en apenas 24 horas), se alza ya como la quinta divisa digital por capitalización, al sobrepasar un valor de mercado de 8.000 millones de dólares. Ha desbancado al Dash y pisa los talones al Ripple, otra de las criptomonedas más populares. Por su parte, en el mismo período, el bitcoin ha registrado fuertes vaivenes y apenas ha subido un 3%.

El repunte del IOTA responde al acuerdo alcanzado por la Fundación IOTA, la firma de origen alemán que supervisa la moneda digital, con empresas de la talla de Microsoft, Samsung, Fujitsu, Cisco o Wolkswagen para la implementación de una plataforma que permite la compraventa de datos procedentes de aparatos conectatos de forma segura. Es imposible de manipular.

La tecnología en la que se basa la moneda y esa red para la transacción de datos no es concretamente el blockchain, como ocurre con el resto de criptodivisas. Aunque funciona de forma similar, la información no está dividida en bloques, sino que se basa en “un innovador nuevo protocolo de prueba cuántica conocido como el Tangle”, explican sus propios creadores. Esto permite ir más allá del blockchain y ofrecer “características únicas como cero comisiones, escalabilidad infinita, transacciones rápidas, transferencia segura de datos y mucho más”.

“IOTA ha resuelto los tres problemas principales de blockchain: tarifas, limitaciones de escalado y centralización”, aplica a CNBC el cofundador y CEO de IOTA, David Sonstebo.

Lo que pretende esta tecnología es servir como la columna vertebral del Internet de las cosas (IoT), de ahí su nombre. El IoT genera una gran cantidad de datos que, según Sonstebo, se puede monetizar: “Si tienes una estación meteorológica que recolecta datos del viento, la temperatura, la humedad y datos barométricos, por ejemplo, puedes venderla a una entidad que esté haciendo investigación climática”. La plataforma IOTA busca posibilitar estas transacciones y facilitar compartir la transferencia de información que de otro modo se desperdiciaría.

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