La Audiencia Nacional, con su rechazo a enviar informes policiales sobre el caso Gürtel o los ‘papeles de Bárcenas’, ha puesto en jaque a la comisión que investiga la presunta financiación ilegal del PP, cuyos trabajos se aventuran muy complicados. “Si no es posible acceder a información suficiente, el trabajo en la comisión, que ya está siendo difícil porque coincide con procesos judiciales, deviene en casi imposible”.
Así lo ha afirmado el presidente de esta comisión, Pedro Quevedo, que ha lamentado que se haya tenido que enterar por la prensa de la negativa de la Audiencia y ha explicado que ayer abordó este asunto con la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ya que es ella quien de manera formal realiza las solicitudes de documentación.
Para Quevedo “no es razonable” que la comisión sobre la financiación del Partido Popular “se quede sin gasolina”, ya que esta decisión hace que el trabajo de los grupos se haga “casi imposible”. De ahí que el diputado de Nueva Canarias haya anunciado que planteará en la reunión de la Mesa del Congreso de la semana qué hacer, ya que “no es razonable trabajar en estas condiciones”.
Las quejas del presidente de esta comisión han chocado con la satisfacción que hay en las filas del PP. El coordinador general del partido, Fernando Martínez Maillo, ha señalado que la decisión de la Audiencia es “compartida”. “Los parlamentarios no nos podemos poner la toga de jueces”, ha dicho el popular, que ha reiterado que lo que busca esta comisión es “enjuiciar al PP con conclusiones ya hechas”.
Según Maillo, “algunos de los testigos están viniendo a esta comisión y están diciendo cosas que son valoraciones que están al margen del procedimiento”. “Valoraciones subjetivas” que pueden “contaminar” el procedimiento judicial del Gürtel, ha criticado antes de pedir que esta comisión se cierre “cuanto antes”. “No debería haber nacido nunca”, ha afirmado.
