Una nueva teoría reescribe los primeros instantes del desastre de Chernóbil

Energia nuclear

Una nueva teoría reescribe los primeros instantes del desastre de Chernóbil

Hasta ahora se pensaba que en el accidente de Chernóbil ocurrió primero una explosión de vapor, pero hubo antes otra nuclear.

Chernobyl

Hasta ahora se pensaba que la primera explosión que desencadenó el accidente de Chernóbil se debió a un escape de vapor de agua, pero ahora científicos suecos apuntan que fue un chorro de partículas radiactivas las que salieron antes disparadas a gran altura. Después, en menos de tres segundos, ocurrió la explosión de vapor que rompió el reactor, emitiendo nuevas partículas pero a alturas más bajas.

Esta semana se presenta en la revista Nuclear Technology, una publicación oficial de la Sociedad Nuclear Estadounidense, una nueva teoría sobre lo que ocurrió realmente en los instantes iniciales del accidente en la central nuclear de Chernóbil, que ocurrió en esta localidad ucraniana el 26 de abril de 1986 mientras sus operarios realizaban una prueba de seguridad.

Investigadores de la Agencia Sueca de Investigación de Defensa, el Instituto Meteorológico e Hidrológico de Suecia y la Universidad de Estocolmo plantean ahora que la primera de las dos explosiones de las que informaron testigos presenciales fue una explosión nuclear y no de vapor de agua, como se piensa actualmente.

Los autores plantean la hipótesis de que el primer evento explosivo fue un jet o chorro de partículas residuales expulsadas ​​a gran altitud por una serie de explosiones nucleares dentro del reactor. Este evento fue seguido, en menos de tres segundos, por la explosión de vapor que rompió el reactor y envió más residuos nucleares a la atmósfera a altitudes más bajas.

La teoría se basa en un nuevo análisis de isótopos de xenón detectado por científicos del V.G. Khlopin Radium Institute de San Petersburgo (Rusia), cuatro días después del accidente, en Cherepovets, una ciudad al norte de Moscú, lejos de la principal vía de emisiones radiactivas emitidas desde Chernóbil.

Se ha comprobado que estos isótopos fueron el producto de una fisión nuclear reciente (del momento), lo que sugiere que podrían ser el resultado de una explosión nuclear reciente. Por el contrario, los principales residuos de Chernóbil que viajaron hacia el noroeste hasta Escandinavia contenían isótopos de xenón en equilibrio, propios del núcleo del reactor.

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Mapa de concentración del isótopo xenon-133 en Europa unos días después del accidente de Chenóbil. / Lars-Erik De Geer et al./Nuclear Technology

Al evaluar las condiciones climáticas en la región en ese momento, los autores también establecieron que los isótopos de xenón recientes detectados en Cherepovets eran el resultado de las partículas inyectadas en altitudes mucho más altas que los restos de la ruptura del reactor que se desplazaron hacia los países escandinavos.

Una placa del reactor nuclear se derrite

Las observaciones del tanque del reactor destruido también indicaron que la primera explosión causó temperaturas lo suficientemente altas como para derretir una placa inferior de dos metros de espesor en parte del núcleo. Este daño es consistente con una explosión nuclear.

Sin embargo, en el resto del núcleo, la placa inferior estaba relativamente intacta, aunque había disminuido en casi cuatro metros. Esto apunta a que la explosión de vapor no generó temperaturas lo suficientemente altas como para derretir la placa, aunque sí la presión necesaria para empujarla hacia abajo.

El autor principal y físico nuclear retirado de la Agencia de Investigación de Defensa Sueca, Lars-Erik De Geer comenta: «Creemos que las explosiones nucleares mediadas por neutrones térmicos en el fondo de varios canales de combustible del reactor causaron que el chorro de residuos se disparara hacia arriba. Luego, el jet empujó los tapones de 350 kg de los tubos, continuó por el techo y viajó a la atmósfera a altitudes de entre 2,5 a 3 km, donde las condiciones meteorológicas proporcionaron una ruta hacia Cherepovets. La explosión de vapor que rompió el reactor ocurrió unos 2,7 segundos más tarde».

Las mediciones sísmicas y el informe de un testigo ocular de un destello azul sobre el reactor unos segundos después de la primera explosión también respaldan la nueva hipótesis de una explosión nuclear seguida de otra de vapor. Según los autores, este nuevo análisis proporciona información sobre este desastre nuclear y puede ser útil para evitar que ocurran incidentes similares en el futuro.

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